Un caso que el Estado peruano debe aclarar por el bien de todos sus ciudadanos
Machu Picchu y los reclamos de las hermanas Abril
Entrevista de Patricia Marín
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| "Mi abuelo empezó con el juicio hace muchos años, se pasó toda su vida reclamando el pago de Machu Picchu. Fueron once reclamos, y el Estado ofreció diversas formas de pago, pero no ha cumplido hasta ahora." |
Gloria y Roxana son descendientes de Mariano Ignacio Ferro, cuyo involuntario legado es una larga cadena de juicios porque les reconozcan sus derechos sobre la ciudadela Inca de Machu Picchu.
¿Cuando comienza esta larga historia?
Debemos remitirnos al año 1904, cuando mi bisabuelo Mariano Ignacio Ferro Mendoza, con su esposa María Laureana Vizcarra Ochoa de Ferro, comienza a adquirir diversas propiedades en la margen izquierda del río Vilcanota. Compran la hacienda Kente, la hacienda Santa Rita, dónde está todo el Camino Inca, Machu Picchu, Sayacmarca, Pfuyupatamarca…
¿A quién le compran?
A los descendientes de Adeodato Nadal, que era un gran propietario, poseía tierras desde Silque, hasta el Río Aobamba. Estamos hablando una extensión que va desde el kilómetro 73 de la línea férrea hasta el 110 de la ruta a Machu Picchu. Posteriormente toda esta propiedad, pasa a manos de la hija de mis bisabuelos, Tomasa Ferro Vizcarra, que se casa con José Emilio Abril Vizcarra. Entonces nosotros somos descendientes directos por esa línea de los dueños, pues esta pareja tuvo tres hijos: Carlos Alejandro, José Luis (que es nuestro padre), y Julia Lourdes Abril Ferro.
¿Cómo se llamaba la propiedad?
Cutija. Conformada por diversos sectores: Kente, Santa Rita, Intihuatana, Huayllabamba, Pampakahuana, Primavera, Lourdes, Patapata, todo esto era la gran hacienda que se llamaba Cutija.
Cuando ustedes eran chicas, ¿qué relación tenían con esta propiedad? ¿La conocían? ¿Vivían de ella? ¿Qué referían vuestros padres al respecto?
Mi familia se ubicó en la Hacienda Primavera, que fue la que le tocó a mi papá José Abril Ferro. La hacienda estaba justo al inicio del Camino Inca, en el kilómetro 77.
¿Entonces vuestro padre sostenía a la familia con la Hacienda Primavera? ¿Era, pues, un hacendado?
Sí. Eso era así, hasta que llegó la Reforma Agraria, y justamente hace 40 años fuimos despojados de nuestros terrenos. Y hasta ahora no hay solución, no se ha pagado por esos terrenos, se nos hizo entrega de unos bonos que no tienen ningún valor, son solo papales.
¿Qué decían su abuelo y su padre sobre esta situación?
Mi abuelo murió cuando yo tenía 3 años, pero mi padre siempre dijo que tenía derechos sobre Machu Picchu. Nos lo decía a nosotros, o lo decían en familia cuando se encontraban los hermanos. Siempre decían que debían reclamar lo que quedaba pendiente de la expropiación de Machu Picchu. Lo que ocurre es que el año 1928, más o menos, ya eran dueños de esta fracción José Emilio Abril Vizcarra y su esposa Tomasa Ferro Vizcarra. José Emilio, que era abogado, le propuso al Estado que le expropien toda la zona correspondiente a la ciudadela. A través de cartas y otros documentos es que hemos reconstruido esta casi expropiación. El año 1928 mi abuelo le ofrece al Estado y le dice “cómpreme estos terrenos donde está Machu Picchu”. Tengo también conocimiento de que él trabajó con Julio C Tello para dar la ley 6624, que es la primera que dice "a partir de ahora, todo los objetos antiguos de los Incas deben de pertenecer al Estado, es decir todas las construcciones, acueductos, etc.”. En el año 1935, el Estado responde y dice que sí, que es factible la expropiación, y lo hace mediante una resolución ministerial que es la 2511 dada por el ministerio de Instrucción Pública, que es ahora el Ministerio de Educación.
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"Aspiramos a que toda la documentación que hemos presentado sea correctamente analizada, y si es así, tendrán que sancionar en favor nuestro." |
Es decir, el Estado les reconoce la titularidad y les dice que sí les van a expropiar de un modo formal
Sí. Sabemos también que el expediente que mi abuelo presentó al Estado solicitando la expropiación y demostrando su propiedad estuvo hecho en 85 folios, y justamente en muchas comunicaciones provenientes del estado dicen: “Que habiendo demostrado en 85 folios José Miguel Abril Vizcarra ofrece Machu Pichu , Huayna Picchu, etc., al Estado”, y ese documento está con rúbrica del Ministro de ése entonces y la rúbrica del propio Presidente de la República, y todo esto está en el ministerio de Educación Pública,
¿Cuál fue la primera vez que ustedes iniciaron el proceso judicial?
Nosotras comenzamos en el año 2001, y lo reiniciamos en el año 2003.
¿Alguna vez se han entrevistado con alguna persona del INC, que ahora es el Ministerio de Cultura?
Sí. Cada vez que cambian las autoridades, nos apersonamos con nuestro asesor jurídico el Dr. Salinas, para poner en conocimiento este tema y decir que nosotros somos los propietarios, con toda la documentación respectiva, pues nosotros queremos que todas las autoridades tengan conocimiento del proceso que se sigue en los juzgados. La última con la que hablé fue con la Sra. Cecilia Bákula. Ella encargó a dos asesores que me atendieran y escucharan todo el fundamento, pero los asesores estaban tan sorprendidos, en esa oportunidad (en la que también estuvo presente el procurador del Estado), que en una ocasión el Estado fue declarado en rebeldía en el proceso. Les puse en conocimiento que al INC del Cusco, en ese entonces, no les interesaba atender este caso.
¿Qué esperan ustedes de todo esto? ¿Cuál es su expectativa real?
En primer lugar que el Estado reconozca y cumpla con nosotros, porque tenemos derechos sobre esta propiedad, y hemos planteado que nos la devuelvan puesto no nos la llegaron a expropiar, pues nunca pagaron la expropiación. Estamos planteando la reivindicación de todas estas propiedades, y que los grupos arqueológicos sean devueltos a la familia Abril.
¿Y ustedes creen que eso es posible?
Estamos decididos a llegar a instancias internacionales, si en el Perú se nos llegara a negar nuestros derechos.
¿Cuál es la situación económica de la familia?
Bueno, yo soy empleada administrativa, y mantengo a toda mi familia, soy la única que trabaja.
¿Cuando usted dice que mantiene a toda su familia, a quiénes se refiere?
Me refiero a mi madre, a mi hermano, y a una hermana que vive con nosotros. Mi hermano mayor, que estaba dedicado a la agricultura junto con mi padre, cuando nos expropiaron la propiedad de Primavera quedaron sin este recurso; mi madre también siempre fue agricultora dedicada a la ganadería y a la lechería, también ha quedado sin actividad, ni con qué respaldarse. La que afronta toda la situación económica soy yo, como empleada administrativa de la Universidad San Antonio Abad del Cusco,
¿Si no es indiscreción cual es su haber?
Bueno, no le voy a decir pues es un poco vergonzoso. Un empleado administrativo gana muy poco, bastante poco, pero con eso tenemos que afrontar todo lo relativo a los gastos de la casa, incluidos salud, vestimenta, alimentación. Por otro lado tengo a mi madre muy delicada de salud, constantemente la estamos internando en la clínica Pardo, y es un gasto impostergable y permanente. Bueno, esa es nuestra situación.
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| También lea: El Estado es un expoliador de ciudadanos, lo que hace es contentar a unos, y a los otros dejarlos en el camino.(Fausto Salinas). |
¿Qué esperan de este juicio?
Aspiramos a que toda la documentación que hemos presentado sea correctamente analizada, y si es así, tendrán que sancionar en favor nuestro. Machu Picchu, al igual que Chíchen Itzá, cuando fueron declarados nuevas maravillas del mundo, ambas tenían la condición de propiedades privadas. Chíchen It zá pertenecía a la familia Barbachán, quienes le dicen al Estado: “Bueno, Chíchen Itzá es una maravilla, pero es nuestra propiedad”. Entonces el Estado les replica: “Aquí hay solamente tres alternativas: o me venden, o me donan, o les expropio”. Y el año pasado el Estado mexicano ha pagado a la familia, de tal modo que hoy es en verdad de su propiedad. Nosotros aspiraríamos....
¿Ustedes estarían en condiciones de negociar con el Estado?
Sí, claro que sí….
¿O lo que quieren es dejar despojado al Estado de Machu Picchu?
Lo que queremos es que nos reconozcan nuestros derechos, ya son tres generaciones que venimos reclamando. Mi abuelo empezó con el juicio hace muchos años, se pasó toda su vida reclamando el pago de Machu Picchu. Fueron once reclamos, y el Estado ofreció diversas formas de pago, pero no ha cumplido hasta ahora.
