patriciacomentarios¿Patrimonio versus modernidad?


Un debate pendiente

Por: Patricia Marín


Uno de escollos más grandes para el desarrollo del Cusco ha sido y es el enfrentamiento entre preservar el patrimonio versus la realización de nuevas obras de ingeniería. 

 

La experiencia del Directorio de la empresa EGEMSA, bajo la presidencia del Dr. Jesús Guillén Marroquín,  evidencia que este enfrentamiento puede resolverse de manera ejemplar. Siempre y cuando haya voluntad de diálogo entre las partes, en la que una de ellas será siempre la Dirección Regional de Cultura y  la otra una empresa pública o privada (cualquiera sea el rubro a la que pertenezca: turismo, energía, vivienda, etc.),  así como una visión de conjunto y no parcial de los intereses de la sociedad.
El ejemplo al que  nos referimos (ver la entrevista a Jesús Guillén) es el hallazgo, en plena construcción de la segunda etapa de la rehabilitación de la Central Hidroeléctrica de Machupicchu, de andenes  incas justo a la entrada del túnel. Como podrá entenderse, realizar dicha obra era de gran importancia para el Cusco, pero preservar los andenes también lo era, así que el  problema paralizó los trabajos por más 200 días. A diferencia de este, son muchos los casos en los que las empresas constructoras encuentran vestigios incas o preincas, y simplemente  evitan informar al Ministerio de Cultura, procediendo a sepultarlos bajo capas de concreto, o los destruyen sin conciencia y sin remedio. La lista de casos sería interminable.  Estas empresas constructoras y sus clientes no tienen reparos en ahorrar tiempo y dinero para cumplir sus objetivos, sin entender que la herencia cultural no es algo decorativo sino algo de gran valor a la vez histórico y económico.


No fue el caso de la empresa EGEMSA, que demostró que se puede superar la confrontación antes aludida, ejecutando una obra de capital envergadura para nuestro desarrollo, a la vez que resguardando y aún  enriqueciendo el patrimonio cultural. Sabemos que este no es el único ejemplo, pero queremos evidenciarlo para llamar la atención, respecto a la ética y las buenas prácticas de las empresas constructoras y sus clientes, a las facultades de Ingeniería y Arquitectura de la Universidad San Antonio Abad del Cusco, y de todo el país. Ellas deben investigar con mayor ahínco las innumerables formas de poner la tecnología a disposición de la preservación y la recuperación del gran legado inca que aún está bajo tierra en las zonas urbanas, en lugar de solo verlo como un escollo para el desarrollo y la modernización. Así debe proceder una sociedad del siglo XXI.


Esta es una tarea que también le compete al nuevo responsable de la Dirección Descentralizada del Ministerio de Cultura, Vidal Pino, pues el rol de ésta institución no debe ser el de camisa de fuerza o de Cancerbero, ya que la realidad de las condiciones del casco urbano deja mucho que desear.

Lamentablemente, el flamante Director de Cultura se estrenó ante la opinión  pública nacional con un desastre que evidencia la vulnerabilidad de patrimonio inmueble del Cusco: el incendio del templo de San Sebastián, cuya pérdida es inconmensurable. Este tipo de debilidades y vulnerabilidades, son las mismas de las que adolece todo el casco urbano del Cusco.  Templos y casonas longevos,  en constante peligro de extinción por la carencia de una moderna política de conservación. El Ministerio de Cultura aún cree que preservar es “no tocar”, “no renovar”.  Menuda tarea que le toca a Vidal Pino, quien pertenece a la misma generación de Jesús Guillen,  así como el Vice Ministro del Turismo Roger Valencia, hombres que conocen el Cusco y sus problemas,  que han hecho sus respectivas carreras con honestidad y disciplina. Ahora que están en cargos públicos de gran importancia, es hora de que pongan su experiencia a la tarea de salvaguardar nuestra herencia, que es un capital para el futuro.  Ya no cabe llorar sobre las cenizas del templo de San Sebastián. Lo que hay que hacer es preservar lo que aún queda en pie, y para eso hay que movilizar a universidades y colegios profesionales, no solo cusqueños sino del país todo y del extranjero. El Cusco y el Perú se los agradecerán.

Comentarios   

0 #3 AMERICO HUARI ROMAN 04-04-2017 00:30
YA INGRESE DOS COMENTARIOS PERO NINGUNO HA SIDO PUBLICADO
ATTE

AMERICO HUARI ROMAN
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0 #2 AMERICO HUARI ROMAN 04-04-2017 00:26
Amigos
No podemos confundir que respetar nuestra cultura nos lleve aquedarnos en un estado CAVERNICOLA, sin permitir desarrollarnos hacia un futuro desarrollado.
Solo si queremos ser vistos como en un ZOOLOGICO por los turistas debemos de tener entidades ESTATALES FOSILIZADAS.
El CUSCO es todo el TAHUANTINSUYO. Su grandeza
supera largamente los cerebros fosilizados de muchos seudosabios del Cusco y del Perú que no lo entienden.
AMERICO HUARI ROMAN
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0 #1 J. Ramon Kalinowski 06-12-2016 16:08
Recordada Paticita,
¡Otro excelente articulo! Como siempre, eres un gran orgullo para los muchos cusqueños que de todos los puntos del orbe seguimos tus publicaciones. Mis más sinceras felicitaciones.
Un abrazo,
J. Ramon Kalinowski
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