Por: Carlos Milla Vidal

Estamos cumpliendo ya dos décadas desde que las cifras del turismo fueron desde menos de 100,000 visitantes anuales, a una cifra que sobrepasa el Millón de arribos a nuestra ciudad.

Un crecimiento exponencial (realmente espectacular) que demuestra que el destino (hasta ahora) ha sabido leer la  tendencia mundial:

  • El turismo a nivel global crece una media de 5% cada año
  • El turismo a Perú  (y naturalmente al destino Cusco-Machupicchu) ha crecido por encima del doble (habiendo años en que subió hasta 15%)

¿Porqué?:   Primero porque las cifras iniciales del Turismo después del terror y el cólera no podían estar mas bajas, y segundo: Porque la oferta del  producto turístico Peruano estaba en sintonía con la trilogía de mayor crecimiento en el mundo:  - Cultura, Naturaleza y Experiencias al aire libre, en los que Perú es especialmente rico.

Ahora naturalmente el escenario es otro: Tenemos un turista mas maduro, mas experimentado y exigente, tenemos nuevas tendencias de consumo tenemos mucha mas infraestructura hotelera, tenemos en algunos segmentos (por ejemplo el turismo de lujo) ofertas del mejor nivel internacional. Los gremios mas maduros y propositivos… Es decir el Turismo Cusqueño tiene ahora “pantalones largos”.

 

LOS RETOS:

 

Tenemos sin embargo,  algunas carencias  muy delicadas, que amenazan el avance hasta ahora conseguido:

 

  • El protocolo de visita a Machupicchu:   Una, hasta ahora deficiente gestión de nuestro primer monumento, nos ha puesto en un escenario de “envejecimiento temprano” del recurso, es decir, la calidad de visita se ha deteriorado. El  único argumento de conservación ha sido restringir las visitas a un número “mágico” de 2,500 visitantes día sin implementar los mínimos servicios, como accesos ni gestionar un territorio mayor donde se incorporarían nuevos atractivos en una red de antiguos caminos. No pretendemos ahora hacer ningún juzgamiento… si señalar que la solución pasa por un tema de institucionalidad.
  • La cultura empresarial:  El empresario local tiene a su favor una gran creatividad, una capacidad para “vivir en crisis”, y un involucramiento emocional con nuestra cultura.  Esas cualidades sin embargo “no alcanzan” para competir en un mundo global.

 

  • Cantidad y calidad de oferta hotelera:  La tendencia del mercado se ha concentrado en los dos perfiles extremos de consumidores: Los que tienen tiempo, y los que tienen dinero.

 

Los que tienen tiempo, son generalmente estudiantes, mochileros de bajo presupuesto. Ellos pasarán una estada promedio superior a una semana, y visitarán más destinos en Sudamérica. Son consumidores de los hoteles “backpacker”, una nueva modalidad de alojamiento sumamente rentable.

 

Los que tienen dinero, son consumidores de hoteles de lujo, tienen poco tiempo, su estada promedio está por los 2.5  días y se alojan en los hoteles de 5 estrellas y en algunos exclusivos “boutique”.

 

Ambos extremos de hoteles tienen porcentajes de ocupabilidad anual superior al 70%.

 

Los hoteles de 2 y tres estrellas, allí donde se concentra la inversión local exceden en cantidad la oferta pero su ocupabilidad va por debajo de un preocupante 30%.  ¿qué hacer?

 

 

LAS OPORTUNIDADES DEL 2014:

 

Nuestra visión para los tres principales retos planteados es en general optimista, pues:

       

En el caso de Machupicchu -Los nuevos aires en la dirección de la Dirección de Cultura, que ha recibido el mandato de  “actualizar el plan maestro”, nos hacen ver que se tomarán dos caminos, en estricto arreglo al mandato legal: El primero será convocar a la instancia competente, es decir la UGM (Unidad de gestión de Machupicchu) formada por 5 instituciones: Ministerio de Comercio exterior y Turismo, Ministerio de Cultura, Ministerio de ambiente, Presidencia Regional y Alcaldía distrital de Machupicchu. (hasta ahora, solo las direcciones de Cultura y ambiente estaban encargadas de la parte operativa), y Segundo, estamos seguros se usará como insumo, en los talleres de trabajo el documento aprobado por la Dirección Regional de Turismo de Cusco, que incluye el “Plan de uso público de Machupicchu”, un instrumento mucho mas moderno e integral que garantiza el manejo territorial.

 

En el caso de la cultura empresarial del inversionista Cusqueño, vemos que cada vez son más accesibles los instrumentos de mercadeo electrónico, pagos en línea y apertura a la información global. Con estos instrumentos debemos trabajar en forjar, para beneficio de todos, las buenas prácticas empresariales. Tenemos las condiciones, pero hay mucho por trabajar.  Un elemento que nos pondrá a trabajar, es la comprobación que los nuevos actores internacionales o extraregionales  ven las oportunidades de inversión en Cusco, y ya están llegando.

 

Sobre la cantidad y calidad de la oferta hotelera, esperamos que los propietarios Cusqueños sean capaces de mejorar sustantivamente su rentabilidad, y eso se puede lograr, a partir del crecimiento de arribos, pero fundamentalmente con nuevos productos adaptados a nuevos consumidores y con mucho valor agregado a la oferta actual.

 

El 2014 por consiguiente es un año de optimismo, pero más que eso, es un año de mucho trabajo y compromiso.

 

Cusco, 9 de Enero del 2014

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