Mariana.0jpegMachu Picchu y el “desborde empresarial”

Más importante que reclamarle a Yale las piezas, es dejar bien claro que  Machu Picchu es de la nación peruana  y que tiene que ser administrado por el Estado peruano.

Entrevista a Mariana Mould de Pease

Por Patricia Marín

 

 

 

 

¿Cómo así nace tu fervor por defender todo aquello que tiene que ver con Machu Picchu?

Desde muy niña había oído hablar de Machu Picchu, pues en mi casa se trataba el tema. Estudié en el colegio Roosevelt en Lima y  recuerdo muy claramente que  cuando murió Hiram Binghan fue tema de conversación.  Ya en los  años 80 y 90 publiqué algunas cosas sobre viajeros entre los cuales estaba Bingham.  No sé qué hubiera sido de mi vida si a Franklin no lo hubiera llamado el Altísimo tan pronto; pero cuando falleció, Jorge Flores Ochoa y Yemira Najar, me dieron la mano en el mejor sentido de la palabra. La Universidad del Cusco, de la cual Franklin era Profesor Honorario, le organizó un homenaje, y ellos me dijeron: “Vente y  te alojas en la casa”. Felizmente el pasaje costaba solamente 48 dólares y me fui corriendo. Allí comencé a ver que todo esto que tenía adentro podía salir, y además todo esto que tenía con Franklin, porque se trataba de su especialidad. El miraba el mundo, haciendo un esfuerzo muy especial, como un hombre andino, se esforzaba muchísimo porque no lo era, como no lo soy yo. Es allí donde nace todo esto, pero por supuesto que tengo todo un trabajo de investigación para hacer las afirmaciones que hago.

 

 

Sin duda, pero también tienes una capacidad de batalla admirable. En algunos casos eres casi  un kamikaze. Te has comprado el pleito totalmente.

Tengo muchísima gente que me ayuda. No podría haber hecho ni la cuarta parte de lo que he hecho en 10 años, sin la ayuda de Lucho Lumbreras, cuando estuvo en el INC; el propio Valentín Paniagua y Enrique  Gonzales Carré, quien en ese momento era director del INC, ellos me llevaron como investigadora del Patrimonio Mueble, y lo fui hasta el año 2006 en el que entró Cecilia Bákula y me dijo hasta aquí nomás. Ella no e ntendía cómo es que una persona podía estar dedicada sólo a la investigación. Y así puedo darte otros nombres de gente que me ayudó: en Estados Unidos, Rolena Adorno, conocida "Guaman Pomista" y profesora principal de la Universidad de Yale, quien me tuvo alojada en casa; el Dr. David Coke y su señora, que me envían publicaciones, me las regalan. La gente me da la mano, me lo permite, y eso se debe a que dentro de cada peruano y peruana hay mucha sensibilidad hacia estos temas.

 

¿Qué significa Machu Picchu para ti, no como especialista, sino personalmente?

 

 

Machu Picchu ha estado siempre en la vida cusqueña, peruana y eso lo vi yo desde chiquita. Mis padres eran limeñísimos, pero lo vi siempre en nuestra casa. Lo que pasa es que vino el gringo y dijo eso no es así, es asá. Y con eso también crecí.  Y entonces dije, luego de haber leído a Bimghan por supuesto, si hay un sitio representativo del mundo andino de los Incas, a los cuales Franklin dedicó su vida, y que puede ser visto desde este ángulo, eso es Machu Picchu.

Entiendo que Machu Picchu está unido no solo a tu identidad como peruana, sino que es parte de un vínculo entre un hombre y una mujer por siempre.

Así es. Porque yo creo en la vida después de la vida. Y la vida con minúscula se transforma en la Vida con mariana.3jpegmayúscula. La primera vez que yo fui al archivo de la Universidad de Yale fue con Franklin, él fue a dar una conferencia, y claro que vimos muchas cosas de las cuales no se hablan, como por ejemplo los libros y documentos que se llevo Hiram Bimgham, y ese es un tema que lo tengo reservado para este año. Franklin sabía perfectamente qué es lo que se llevó Hiran Bimgham porque lo conversó con otro cusqueño de adopción, que fue Horacio Villanueva, que sí conoció a Bimgham.  Felizmente hay un archivista, bibliotecólogo e historiador norteamericano que se llama Patterson, que ya ha escrito dos trabajos en los cuales da cuenta de los manuscritos peruanos que están en Yale. De eso no se habla nada, porque yo no lo dije en mi libro, que es del 2003, pues en ese momento no tenía muy claro por dónde entrar al tema, pero ahora sí. Esto para mí no es una cosa que haya comenzado hoy. Estoy trabajando esto desde los 90. Hiram Bimghan, por propia declaración, tomó 12,500 fotos, esta magníficamente bien documentado de cómo estaba Machu Picchu al momento de esta primera intervención agresiva.

¿A qué te refieres con agresiva?

 

Bimgham se sentía satisfecho de haberle prendido fuego a la vegetación, hoy es impensable que un sitio arqueológico se comience a limpiar prendiéndole fuego, ¿cuántos animales murieron achicharrados allí?  Fue el

 

 

ejército peruano que le prendió fuego a Machu Picchu, bajo las ordenes de los ingenieros que trajo Bimgham. No fueron los campesinos del lugar, los vecinos del lugar. Ellos tenían una función de informantes, que Chris Heaney la describe mucho más detalladamente que yo, y dice: “Les pagaba tanto por un cráneo, tanto por un cuerpo completo”, etc. Heaney narra muy bien como empezó a desacralizarse  Machu Picchu, a perder su carácter sagrado. Hasta ese momento, si bien se habían profanado algunas tumbas prehispánicas, no hubo este nivel de saqueo, pero Bingham les compra las conciencias. Al principio los lugareños como Recharte y todos los demás no quieren,  los hacendados tampoco quieren, pero allí también Bingham subvierte el orden y les paga el doble, y esto no está reflejado en lo que está difundiendo CANATOUR (Cámara Nacional de Turismo). Yo tengo tres hijos con sus respectivos cónyuges y ocho nietos, y la única manera  de tener un futuro en este país es que seamos veraces y transparentes, si así comenzamos con Machu Picchu que es la joya de la corona, porque supuestamente nunca hubo españoles, y la tratamos así, ¿a dónde vamos? ¿Qué Perú estamos haciendo?

¿Cuántas veces has ido a Machu Picchu?

mariana.4jpegIncontables. La última vez fue  en el 2007. Estuve  con mi hija mayor su esposo y mis tres nietos. Reviví lo que significa estar allí en familia, como lo habían hecho los cusqueños. Pero siempre hago un gran esfuerzo por documentarme bien, por comparar u na fuente con la otra, y además no puedo dejar de lado que yo tengo una formación angloparlante muy fuerte. Estudié, como te dije, en el colegio Roosevelt  y tenía 13 años cuando murió Bingham. Estaba en primero de media, y todo esto era tema de conversación por las profesoras norteamericanas, y estas son cosas que han aflorado en mi cuando otras cosas han dejado de ocupar el centro de la escena de mi vida. Además, también  debía tener un sentido práctico. Cuando comprendí, a mis 56 años, que me iba a quedar sola físicamente viviendo la tercera etapa de mi vida,  me dije:  “Tengo que poner en valor  la biblioteca y los papales de Franklin, donde tengan algún viso de servir y de ser útiles”. Pensé que quizás nadie me daría un apoyo si no tenía el soporte de una investigación, y ese soporte era Machu Picchu. Además, lo conversé con Franklin, que me decía: “Dedícate a estos temas a fondo, que nadie sepa más que tú”, y entonces aquí estoy.

Buen consejo...

Así es.  ¿Quieres dedicarte a Machu Picchu? Muy bien, pero que nadie sepa más tu. Pero te insisto que lo he hecho con la ayuda de mucha gente. Cuando fue presidente Alejandro Toledo,  el  CONCITEC (claro que presentando mis informes)  publicó  el libro: Machu Picchu y el Código de Ética de la Sociedad de Antropología Americana, y cuando fui al Congreso de Americanistas en Chile, en el año 2003, para la vergüenza de todos, salió publicado el primer mapa de Machu Picchu que difundía y eso fue gracias al apoyo de mucha gente. Quien lo vio con mucha claridad fue Alan Wagner, que me apoyó. Después, lamentablemente, el reclamo de las piezas se hizo de manera política y para salir del paso, sin tener en cuenta que  estaban torciendo las cosas. Ya Alan Wagner en el 2001, y luego Manuel Rodríguez Cuadros en el 2003, 2004, primero con Paniagua, y luego ya con Toledo, pusieron la bases para esto. Lamentablemente, José García Belaunde, pariente de Franklin y amigo mío, no le ha dado la debida importancia a la política cultural exterior, a la difusión cultural que se debió hacer  y que se pudo enfocar de otra manera.

Desde tu punto de vista Mariana, ¿cuál es la fortaleza de Machu Picchu, frente a otros destinos históricos y turísticos?

Indudablemente Machu Picchu ocupó en el mundo prehispánico, en el mundo Inca, una situación excepcional que hasta ahora no la conocemos, no la hemos arañado siquiera un poquito. Hay el tema religioso y político, que yo no domino aunque Franklin lo conocía muy bien, y es cuando el imperio Inca se consolida con plenitud, el final de Wiracocha y los comienzos de Pachaqutec. O cuando se convierte en la encomienda de Beatriz Coya, llamémosle si queremos la familia real, que es donde se refugia Túpac Amaru Primero. Él estuvo por allí dando vueltas, y aunque Machu Picchu no haya sido Vilcabamba -eso está clarísimo-, sí anduvo por allí. Y la casan a Beatriz Coya Inca  con Martín García de Loyola,  el que ajusticia a su tío, y después lo puedes ver a lo largo del siglo XVII y XVIII, el sitio donde la realeza, distinguiéndolo de la aristocracia y  nobleza inca, se refugia…

Es decir, su hondura histórica sería una de sus fortalezas, ¿no? Por otro lado, ¿falta quizás alguna información sobre el momento en el que Machu Picchu se transforma en propiedad privada?

Punto interesante. No es propiedad privada. Digan lo que digan los abogados que quieren privatizar los sitios arqueológicos a partir del código de 1852. Machu Picchu era propiedad real sin ninguna duda...

 

 

Era de la Panaca de Pachacutec...

Así es. Usemos la palabra exacta. Una Panaca que tenía ochenta o cien años de establecida. Las propiedades reales pasaron a la corona española...

Pero, ¿no fueron negociadas justamente por la corona?

Dentro de las encomiendas, los sitios que ahora llamamos arqueológicos, las Huacas, fueron siempre de la corona española. Como ocurrió con las mezquitas musulmanas cuando los Reyes de España tomaron El Andalus, Andalucía (lo que Bin Laden quería recuperar). Yo comparo Machu Picchu con la Alhambra de Granada. Tras el triunfo de los castellanos sobre los musulmanes, el Alhambra fue adjudicado a los reyes católicos, y desde allí entra como propiedad de la corona española. Y cuando la monarquía regresa a España, el Estado español se los devuelve a los Reyes de España, tanto es así que cuando están en Granda, se alojan en el Alhambra, donde hay dos aposentos reales. Entonces el caso de Machu Picchu es exactamente igual y no se puede pretender que es de determinada familia,  porque haya sido momentáneamente  dueña de la hacienda.

La historia del descubrimiento de Machu Picchu, ¿es fidedigna?

Nos hemos a adherido, sin previa reflexión, al relato de Bingham y lo tomamos como historia oficial. Pero, por ejemplo, a diferencia de lo que él dice, no estaba deshabitado, había familias viviendo ahí y cultivando en los andenes. Otros dicen que no había autoridades. Pero estaba el prefecto Juan José Núñez, y este le da Bingham un pelotón de soldados, con el sargento Carrasco a la cabeza. ¿Y a quién obedecía el Prefecto del Cusco?  Al Presidente de la República. Quieren contarnos que Machu Picchu  no pertenecía a nadie, que estaba en el limbo. Sí creo que estamos con la tentación de contar un historia de me ntiritas, prefabricada.

A mucha gente le parece que Machu Picchu no está siendo gestionado sino explotado, ¿por qué no es posible realizar una gestión adecuada de este recurso histórico,  para que realmente impacte en el desarrollo del Cusco?

Por eso me gusta Valicha, porque va al punto. En relación con la “gestión” de Machu Picchu en la actualidad ha habido un “desborde empresarial”, así como se habla de que hay “desbordes populares”. Y o haría una pregunta a los ministros de Cultura, y de Industria y Turismo, que seguramente presidirán las celebraciones del 7 de julio que nos anuncia CANATUR , ¿cuánto invierte el Perú, del fondo que todos pagamos, en promocionar Machu Picchu? Y ¿quiénes son los realmente beneficiarios de todo ese gasto? Los costos los asumimos todos, pero los beneficios van principalmente a los grandes empresarios del turismo. Hay un alumno de la universidad Católica, un belga, que quiere estudiar la parte económica del patrimonio. Es un economista y quiere hacer su tesis al respecto. Yo sí creo que es muy válido estudiar, por ejemplo, cuántos puestos de trabajo genera Machu Picchu.

¿Cuál es la verdadera cadena económica que Machu Picchu, como industria turística, genera?

 

 

Yo creo que no hay una voluntad política para que se estudie,  piense y  analice ese aspecto. Pero afuera, sí se está haciendo esa tarea. Hay gente que está cuantificando y proyectando qué significa un turismo montado en base de una propaganda ficticia, de una propaganda que no recoge los intereses de todos los que están involucrados. El transporte por ejemplo. El Comercio hace un tiempo sacó la e ntrevista a un señor que muestra un vagón de tren que se quedó varado en la ruta entre Machu Picchu y Quillabamba, cuando cayó el huayco el año 97. Ni Fujimori, ni Paniagua, ni  Toledo, ni García, le han dado la debida prioridad a restaurar la vía férrea hasta Quillabamba, y tú sabes mejor que yo el emporio agrícola que es Quillabamba. En la actualidad hay inversionistas extranjeros para el cacao, el café y una serie de otros productos, que salen hacia fuera por una carretera que ha costado más vidas humanas de las que creemos, en lugar de salir por el tren, que es un medio de transporte barato. El Estado peruano ha sido incapaz  de equilibrar lo que puede ser la necesidad humana de una población.

Uno se pregunta, ¿cómo es posible que un medicamento les cueste  más caro a las personas más humildes de Quillabamba que a los más acomodados en Lima?

 

 

Es por el transporte, pues.

¿Es dudoso, entonces, que la actual política de turismo represente una  posibilidad para el desarrollo de esos pueblos?

Un tema que  están volvmariana.5jpegiendo a sacar es el  del teleférico. UNESCO se ha pronunciado varias veces sobre la inconveniencia de hacer un teleférico. El año 83, durante el primer gobierno de Belaúnde,  se inscribe Machu Picchu en la lista del Patrimonio mundial, y algunos empresarios comienzan a hablar de hacer el teleférico. UNESCO responde: es inconveniente por tal y cual razón. Los gobiernos de Belaúnde y de García acatan, pero el gobierno de Fujimori otra vez comienza. UNESCO reitera, el 2001, su inconveniencia, sin embargo ahora, otra vez, se comienza a insistir en el asunto. Eso, para mí, es una incoherencia. Los gobiernos e aferran a los contratos internacionales para los fines de la  inversión, pero ¿para el resto no cuenta? Es casi una esquizofrenia: no cumplir las recomendaciones internacionales, y sin embargo inyectar cualquier cantidad de dinero en propaganda  sin saber claramente a qué tipo de turismo estamos atrayendo. Eso no es nada bueno  para un genuino desarrollo.  El turista potencial es diverso, pero acá estamos atrayendo al turista que viene una sola vez. Además, se queda horrorizado de la forma como lo exprimen, justamente porque viene una sola vez, porque  lo tratamos de tal manera que no establece contacto personal con el entorno. Lo llevan a los grandes hoteles del Cusco, lo mueven de acá para allá pero no lo dejan interactuar abiertamente.

Esta es una oportunidad sin precedentes para hablar de  Machu Picchu, ¿cuál debe ser la agenda ideal? ¿Cuál sería la tuya?

 

 

Me parece que  es muy importante ver lo de la propiedad. Más importante que reclamarle a Yale las piezas,  es dejar bien claro que  Machu Picchu es de la nación peruana  y que tiene que ser administrado por el Estado peruano, y cada Gobierno es responsable de lo que haga al respecto en sus cinco años de gobierno. Creo que el siguiente punto es la pr eservación, y quiero llamar la atención, en este punto,  sobre lo que pasó con el Intihuatana. El siguiente punto es el transporte. Machu Picchu no está en el limbo, los señores de los ferrocarriles, cada vez que hay algún tipo de preocupación en el Cusco, por llamarlo de alguna manera, interrumpen el tren y  en los periódicos limeños ya no  sale nada. Hay gente que viene desde cualquier parte del mundo para ver Machu Picchu, pero aquí, como estamos discutiendo lo del lote 88, Perú Rail decidió que las condiciones no estaban dadas para que su tren vaya a Machu Picchu. Además, es el tren más caro del mundo.  Por tanto, el tema del transporte es una preocupación de fondo.

¿Cómo cree que ve el resto del país a Machu Picchu?

 

 

Yo creo que en el fondo tienen una relación amor-odio. Nuestra mutua amiga Ruth Shade, con su Caral, estámariana_en_la_radio empeñada en que sea ciudad,  por que M ach u Picchu es ciudadela, quiere sacar unas tumbas donde no las hay. Y cada vez que puede hablar dice: ya estamos mejor que  Machu Picchu. Y aquí quiero recordar el plan de turismo que hizo la cooperación japonesa, plan del cual, en el Gobierno de Toledo, se extrajo el Pentour. En ese  plan, que los japoneses que elaboraron para el Gobierno de Fujimori, dijeron claramente que no convenía  “Machu-Picchear” el turismo peruano, y que había que ocuparse del norte, de la selva. Sin embargo, el Pentour le dio la espalda a este trabajo tan sólido y ahora solo importa Machu Picchu.  Creo que lo que hay que hacer es diversificar y hacer más propaganda al resto de posibilidades turísticas que tiene el país. Yo les recomiendo a los señores de las Cámaras de Turismo que entren a los blogs de turismo, que lean lo que dicen los turistas después de estar en el Perú, especialmente sobre la calidad del servicio y el transporte.  Eso no lo pueden controlar, pero la solución no consiste en ignorarlos sino en tomarlos en cuenta.

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