charlieQuispe“Charlie Quispe/Convento de Santo Domingo-Qorikancha”: Diez años que han transformado la vida cultural del Cusco.

Homenaje a la ética y al buen trabajo

Por Patricia Marín

Esta institución refleja el espíritu de los tiempos, tiempos de diálogo e innovación cultural, ya no solo de reivindicaciones, denuncias o lamentos; sino de encuentros, diálogo, confrontaciones.

Un caldo en ebullición, que justamente, es de donde brotan las mejores expresiones artísticas.

En el logotipo que caracteriza a Charlie Quispe, la figura entrañable del vagabundo de Charlie Chaplin, se difumina levemente de tal suerte, que, si bien su figura es reconocible, es más bien una silueta, es la presencia de Occidente en el fondo. Pero el bombín que coronaba la cabeza de Chaplin, ya no existe: le ha dado paso a un vibrante chullo rojo. ¡Qué acierto tanto el logotipo como el nombre mestizo de esta institución: Charlie Quispe! Ya no es más el permanente enfrentamiento de lo inca y lo español; ni únicamente el desgarro de la conquista y la revancha frente a la colonización. Es un nuevo enfoque de la cuestión, al menos dentro del arte y la cultura. Su protagonista es una nueva personalidad, un ser distinto capaz de llamarse Charlie y apellidarse Quispe, y además de ser distinto y renovador, es exitoso y exigente.

Charlie Quispe en sus diez años de vida sí que ha “chambeado”. ¿Pero quienes están realmente detrás de este personaje? ¿Quiénes le han dado vida?

Desde Huancavelica llegó Luis Enrique Ramírez, sacerdote dominico que tuvo a su cargo el más importante “aggiornamento” de la Iglesia católica en el Cusco, pues desempolvó la tradición más antigua de la religión católica para la evangelización: el arte, y la puso al día. Sinceró los nombres de dos íconos culturales uniendo acertadamente sus fortalezas “Convento de Santo Domingo- Qorikancha”, y se abrieron diversas salas de exposición de arte contemporáneo. Y no solo eso. Sino que encargó a jóvenes artistas cusqueños, la realización de nuevas obras para el templo y el convento. Y éstas ya no eran copias del arte barroco colonial, sino obras originales del nuevo arte contemporáneo cusqueño.

Mariana Creimerman, argentina-peruana, previamente radicada en Lima donde trabajó durante ocho años en la revista Caretas. Recia, de vivencias radicales y firmes de convicciones. Trabajó arduamente en los archivos y la puesta en valor de la Biblioteca del Convento de Santo Domingo. Llegó a apasionarse con el ambiente artístico local y se relacionó cálida y tempestuosamente con los jóvenes artistas cusqueños, y éstos jóvenes le abrieron sus puertas y sus talentos. Ella supo reconocerlos y atraerlos. Lamentablemente, Mariana falleció tempranamente.

Vera Tyuleneva, rusa, historiadora de arte, y estudiosa del arte peruano. Llegó al Perú, con un beca, hace catorce años, y hoy es Doctora en Historia, por la Pontificia Universidad Católica del Perú, y curadora del museo del Convento de Santo Domingo-Qorikancha. Combina maravillosamente el rigor intelectual y una extraordinaria capacidad de trabajo, rayana en el sacrificio.

Y no queremos dejar de mencionar a Inés Agresott, colombiana de Cartagena de Indias, especialista en el movimiento de cineclubes, que inicialmente fue parte también  de la institución.

Fueron foráneos afincados en un Cusco lleno de retos y posibilidades, que en sí mismos son el espíritu de Charlie Quipe, institución que ha dado a conocer a una pléyade de jóvenes artistas cusqueños en menos de 10 años. Estas son las atracciones vitales que el Cusco requiere.

 

Charlie Quispe es un gran generador de alianzas. La que tiene con el Convento de Santo Domingo- Qorikancha, es quizás la más fructífera e importante, pues pueden presentar hasta tres muestras de arte contemporáneo simultáneamente y en diferentes espacios. Asimismo, ambas instituciones comparten la trascendental labor de convocar a los dos concursos artísticos más importantes de arte moderno en el Cusco, eventos que aportan no solo nuevos nombres, sino que recogen y alientan tendencias creativas e innovadoras.

Charlie Quispe, además, promueve y difunde conciertos, charlas, presentaciones de libros, funciones teatrales, proyecciones audiovisuales, talleres, festivales y encuentros artísticos. Su opción es apostar especialmente por nuevos talentos, por debutantes, que, de no ser por la alianza con el Convento de Santo Domingo-Qorikancha, no tendrían un espacio para dar a conocer su novel obra.

Como personaje de estos tiempos, Charlie Quispe tiene una importante actividad en el mundo virtual. Su participación en las redes sociales es permanente y mantiene a todos sus seguidores informados de las diferentes actividades culturales que realiza en el Cusco, y no solo de aquellas que están bajo su organización y gestión, sino que hace eco de eventos ajenos pero que comparten el mismo espíritu.

“La agenda cultural del Cusco” fue uno de los primeros emprendimientos de la institución, la misma que ha cobrado nueva vida en la web como “Cusco con Charlie Quispe”, un sitio que facilita a sus visitantes información seria sobre mundo de la cultura urbana cusqueña.

Reiteramos que estos diez años han sido sumamente fructíferos. Y confiamos en que su fortaleza crezca, aún cuando Luis Enrique Ramírez dejó el Cusco por mandato de su Orden, pues hoy es Prior en el Convento de Santo Domingo en Lima.

Valicha también quiere aprovechar de este homenaje, para aplaudir a todas las instituciones que gestionan la cultura no solo en el Cusco, sino en el Perú, y solidarizarse por las vicisitudes por las que tienen que pasar para dinamizar el mundo cultural. Como siempre el financiamiento es el Talón de Aquiles, pues aún el Perú no tiene una ley que permita el aporte solidario de empresas e instituciones públicas para acompañar estos esfuerzos. Es decir, necesitamos, de forma cada vez más imperiosa, la Ley que permita regular el mecenazgo cultural, creando y promoviendo diversos incentivos fiscales. El Ministerio de Cultura debería revivir el debate en el Congreso, o buscar alternativas legales que permita a los gestores culturales realizar su trabajo con dignidad y solvencia. De lo contrario los condenan a una suerte de indigna “mendicidad”.

Charlie Quispe ha dado la batalla en sus diez años de vida. ¿Se imaginan qué haría con una Ley de Mecenazgo? El Cusco y sus artistas se lo agradecerán estimado señor Ministro de Cultura.

 

Una ironía inaceptable

 

¡Vaya ironía! Valicha acababa de redactar el texto que preside este Editorial, texto de homenaje al excelente trabajo de una institución cultural, cuando, justamente en la Pascua de Resurrección, llegó una mala noticia para quienes –cusqueños y foráneos-, estamos pendientes del desarrollo cultural de la ciudad del Cusco: la alianza Charlie Quispe y el Convento Santo Domingo- Qorikancha se ha disuelto. La razón, una de sus principales puntales, Vera Tyuleneva,  fue súbitamente cesada en su cargo de Curadora, a través de un escueto memorándum que no da mayores explicaciones al respecto.

Ante esta determinación, Valicha insistió en comunicarse con el nuevo Prior del Convento, el padre Eduardo Escudero Ciquero, para conocer las razones que llevaron a su comunidad a tal decisión. Al promediar el mediodía del domingo 31 de marzo, el Padre Eduardo contestó la llamada telefónica y evidenció incomodidad ante nuestra sorpresa y las  lógicas preguntas consiguientes: ¿Cuál es el motivo para que el Convento Santo Domingo- Qorikancha prescinda de una profesional que ha “ranqueado”  las salas de Arte de Convento? ¿Son el Padre Escudero y el Síndico Isaac Quispe especialistas en arte y gestión cultural? ¿Se respetarán los compromisos realizados con  diversos artistas, con más de un año de anticipación (como lo hace toda institución seria),  para exponer en las salas del Museo durante el año 2013? La respuesta del Padre Escudero también fue escueta: “voy a consultar con mi comunidad y le devuelvo la  llamada”.

La llamada aún la estamos esperando. Pero lo que sí llegó, fue un correo electrónico del Dr. Fausto Salinas, abogado del Convento (y amigo de Valicha) que a la letra dice: “Hace un rato me llamó el Prior del Convento de Santo Domingo para comentarme tu preocupación por la salida de Vera. No hay nada de qué preocuparse. El Convento y su política cultural continuarán. Se trata de un cambio en la persona por razones del Convento que no dejan duda acerca del valioso aporte de Vera al Convento y al Cusco. La línea de trabajo del Convento en materia cultural seguirá el mismo camino. Los padres Benigno, Héctor, Frank, Luis Enrique y ahora Eduardo se han sucedido en estas cerca de dos décadas como priores, pero el Convento ha seguido avanzando pese a estos cambios en la conducción. Gracias por tu preocupación hacia los dominicos y su obra”.

Agradecemos al Dr. Salinas por el correo “aclaratorio”, y  entendemos que lo hizo a nombre de los hermanos del Convento de Santo Domingo. Pero en realidad no ha aclarado nada, pues nuestras preguntas siguen en pie y merecen ser respondidas. Además, no es cierto que la serie de logros que hemos venido reconociendo en la actividad del Convento Santo Domingo-Qorikancha haya sido el producto acumulativo y gradual de la gestión de todos los priores que cita el doctor Salinas. Esa serie de logros constituyó un salto cualitativo extraordinario, gracias específicamente a la gestión del padre Luis Enrique Ramírez, el anterior Prior, y las dos especialistas –Tyuleneva y Mariana Creimerman- de las que se rodeó. Dadas las señales emitidas, lo más probable es que haya un retroceso, no una continuidad y menos un progreso, salvo en la mente de quienes no saben de arte y parecen no estar en sintonía con estos años que corren.

 

Pero las malas noticias  no se quedan allí, ante nuestra búsqueda de información, logramos contactar con el Padre Luis Enrique Ramírez, actual Prior del Convento de Santo Domingo en Lima,  quien nos acaba de informar que ha renunciado a su cargo de responsable general de los museos de la orden dominica. Las razones son obvias.

 

El Padre Escudero debe entender que es cabeza de una institución abierta a la vida de una gran ciudad, y uno de sus roles es dar información suficiente para que la comunidad de artistas, aficionados y estudiosos involucrados con el Convento,  sepa a qué atenerse con los cambios realizados en el Museo Santo Domingo-Qorikancha. Es su obligación  informar qué sucede en el seno de un espacio que  se ha vuelto  parte central de la comunidad  cusqueña, en gran medida, precisamente, gracias al trabajo de Tyuleneva. ¿Con quién pretenden reemplazarla? ¿Tendrá esa persona calificaciones análogas? Sobre todo, y una vez más, ¿por qué ha sido prácticamente despedida (al cesar su contrato) cuando la labor que ha realizado hasta el presente, y la que tenía planificada para este año y el próximo, iba elevar aún más la importancia, en el campo cultural, del Convento Santo Domingo-Qorikancha?

El Prior Escudero  daría muestras positivas hacia la comunidad cusqueña si da razones transparentes sobre una decisión tan obviamente desacertada, o, mejor aún, si recoge el clamor de quienes aplauden la labor de Vera Tyuleneva y la restituye en su cargo.

 

 

 


[1] La institución de la que aquí hablamos, existe oficialmente desde el año 2004, pero en la práctica arrancó sus actividades en el  2003.

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