Los candidatos en el Cade: lo que dijeron...
Los candidatos en el Cade: lo que dijeron y un brillante ejemplo mexicano de lo que debieron decir.
Por: Nancy Laguna
El Perú se encuentra en pleno proceso electoral. Muchos están muy silenciosos, flotando o “haciéndose el muertito” para que la mira de los discursos, ya sea de derecha o izquierda, no los alcance. Estos actores silenciosos en temporadas de elecciones son especialmente las empresas. En el Cusco tenemos a más de dos que dependen del poder político para mantener sus posiciones de dominio y monopolio.
En la Conferencia Anual de Ejecutivos, que este año se realizó en Urubamba, y dónde el plato de fondo fue lo que se denomina el CADE Electoral, los candidatos a las elecciones del 2011 fueron invitados para responder a la pregunta: “¿Qué haría usted para mejorar la competitividad?”. Así, vimos tomar la palabra al líder del Partido Perú Posible, Alejandro Toledo, alegre, haciendo gala de una poco conocida facilidad de palabra, y hasta graciosito, pero no dijo nada sustantivo. Luego vimos a Luis Castañeda Lossio, quien pasa por ser un empresario exitoso él mismo y que por tanto debió haberse paseado hablando a sus congéneres; sin embargo, dio una imagen bastante deficiente de orador y político. Keiko Fujimori se mostró en su cancha, cómo no, tal vez porque entre su público había muchos empresarios entusiastas del fujimorismo en su momento. En todo caso, ellos la escucharon con benevolencia. Toda “dulzura” (actitud desarrollada, como ya ha sido señalado, para contrapesar la agresividad y dureza de su padre), haciendo gala de haber practicado bien el discurso que alguien le escribió, doliéndose de la realidad de niños, madres y lugares con nombres propios, a lo largo del territorio nacional, siguiendo el rentable (políticamente hablando) método que Fernando Belaúnde patentó; en suma, un discurso calculado para tocar el corazoncito de los incautos que nunca faltan. El que sorprendió a propios y extraños, sin embargo, fue Ollanta Humala, quien desde nuestro punto de vista cometió el error más importante de su carrera: ir a coquetear con los empresarios y decirles “Mírenme, no soy tan malo para sus intereses como creían, yo también puedo conversar con ustedes”, en lugar de impugnarlos como sus más allegados esperaban, siendo por lo menos coherente con lo que predica. La verdad es que no convenció a nadie.
Si tomamos en cuenta de que no es la primera vez que se discute sobre cómo ser más competitivos, cómo redistribuir mejor los ingresos y compartir el auge económico con los que menos tienen, cómo impulsar la inversión y mejorar el gasto público, sorprende la previsibilidad del “show”. ¿Es que los candidatos no dan pie con bola y sus respuestas son por tanto una consecuencia lógica de su falta de profundidad y preparación como estadistas? ¿O será más bien que el gremio empresarial no está haciendo las preguntas correctas?
¿Acaso podemos seguir creyendo que para cambiar la situación de inequidad que vive el país, sólo se requiere que el sector privado invierta pensando en el bien común? ¿Que la buena voluntad sea la receta para la mejor redistribución? ¿No es el Estado el que debe poner nuevas y buenas reglas de juego -como señala, por ejemplo, Hernando de Soto- para que las empresas realmente sean una solución al problema de la redistribución?
Este es el tema de fondo para el Sur Andino, cuya esperanza de salir del subdesarrollo está en sus recursos naturales más una adecuada gestión de los mismos. Bienvenidas sean las empresas saludables y transparentes, pero, por si acaso, más bienvenido será un Estado capaz de poner orden, consensuar y dirimir, si así fuera el caso, con el objetivo de que las mayorías salgan de la pobreza y no de fomentar el crecimiento de solo unos cuantos actores económicos. Ante la clamorosa ausencia de algún dirigente político peruano que tenga el coraje de decir lo que debe decir, sugiero a Valicha dar a conocer, o mejor dicho difundir, el magnífico discurso de Denise Dresser en el Foro “México ante la Crisis”.
Dresser es una reconocida académica y periodista mexicana, especialista en Ciencia Política. Profesora en el Instituto Tecnológico Autónomo de México, autora de numerosos artículos sobre política mexicana contemporánea y las relaciones México-Estados Unidos. Conocida por su abierta oposición a las prácticas monopólicas, especialmente en contra de la llamada Ley Televisa y en contra de Carlos Slim (empresario de un país del Tercer Mundo, que es paradójicamente el hombre más rico del planeta), que posee casi en su totalidad la red telefónica mexicana, gracias a sus componendas con el poder político.
“México ante la crisis” fue leído ante diputados, senadores, empresarios y funcionarios en Ciudad de México el viernes 30 de enero de 2009. Los más acuciosos verán dónde y en qué se parece lo que ella dice con la situación que vivimos en Perú y en el Cusco. Lo cierto es que, para tener una esperanza en el desarrollo de nuestra región, como dice Dresser, debería acabar “la red que opera a base de favores, concesiones y protección regulatoria que el gobierno ofrece a miembros de la cúpula empresarial y que esta exige como condición para invertir” Mientras eso no se de, y los candidatos sigan soslayando la situación a fin de ganar votos por angas y por mangas, nuestro futuro es aún incierto.
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