No conocemos el camino, pero continuamos...

 

Artista  y polémico líder, Jorge Flores Nájar, dialoga con Valicha, sobre el arte y la política. Entre otras cosas, dice en esta entrevista:

“Aun no puedo creer que una de mis peores profesoras ha llegado a ser congresista, y que para colmo, encaje perfectamente. O que un ex compañero de colegio al cual recuerdo como déspota, irrespetuoso, abusivo y zalamero, pueda encabezar una lista congresal sin mayor mérito que el tener los recursos para pagar el cupo”

 

Entrevista de Patricia Marin
Fotografía de  Gustavo  Vivanco

 

Patricia Marín:Los artistas hoy en día  habitan  en arenas movedizas. No solo en cuanto a la creatividad, sino también en los formatos  y géneros. ¿Desde tu punto de vista cual es, si la hubiera,  la o las características que diferencian a los artistas de tu generación con las anteriores?

Jorge Flores Nájar: Sin lugar a dudas la diferencia sustancial que existe entre mi generación y las anteriores,  es el acceso a la información. El arte siempre ha >/p>

sido una disciplina de alto coste, los insumos, el traslado de las obras y a esa lista entre otras, debemos agregar el acceso a la información. En otros tiempos acceder a un libro de arte para un estudiante de Cusco era prácticamente imposible, por varios motivos.

Primero la edición en si misma era muy costosa, las impresiones a todo color, el valor de los derechos de autor, etc., hacían que cada uno de estos ejemplares tuviese un precio casi inalcanzable. Es recién durante las últimas décadas que aparecieron editoriales de producción masiva que han permitido el abaratamiento de los libros de arte y un acceso más democrático de los mismos.

 

Segundo, si por casualidad tenías los recursos, debías aun superar otra valla, encontrar esta “joya” aquí en el fin del mundo. En la actualidad existen dos pequeñas librerías en la ciudad –para una población de más de medio millón de habitantes-, y aunque su público predominantemente es extranjero y su objetivo principal es la venta de literatura, si se pueden encontrar algunos títulos dedicados al arte.

 

Pero si queremos hablar del factor diferencial, sin duda alguna son los nuevos medios. Si bien considero que el cusqueño urbano históricamente ha sido cosmopolita, nada de lo ocurrido anteriormente se puede comparar con lo que ha pasado los últimos años. Hace solo diez años en Cusco el internet recién ingresaba, hace quince solo habían cinco canales de televisión, cuyo contenido básicamente era producción nacional. Hoy en día casi el 50% de la población cusqueña y aproximadamente el 80% de la población urbana tienen servicio de internet, fenómeno que se repite con el servicio de cable, es decir que  hemos pasado de la marginalidad a la globalidad a velocidad record.

 

En el arte esto se traduce en la posibilidad de ver en tiempo real lo que está pasando en cualquier parte del mundo. Existen plataformas para visitar los mejores museos, permitiendo algunas de estas visitas acercarte tanto a la obra como en ningún lugar te lo permitiesen. Puedes ver galerías, ver obras, leer artículos o críticas, puedes ver la producción de artistas de todos los tiempos o que están haciendo tus pares en cualquier parte del orbe.

 

Ahora con las redes sociales, puedes saber quién está haciendo que, en este preciso momento. Si deseas puedes involucrarte con él, preguntarle, comentarle, sugerirle, etc. Existe un nuevo nivel de respeto, una dinámica social y de trabajo si lo deseas. Existen proyectos que se gestan enteramente desde las redes y hacia ellas. Una era que te permite una suerte de multidimencionalidad, tú presencia física en un espacio tiempo, y una presencia digital en otro. Es bastante interesante lo que está sucediendo, no solo aquí, sino en  todo el mundo, pero es claro que en regiones como la nuestra el fenómeno se ve maximizado.

 

 

P.M. ¿Existen movimientos de investigación y desarrollo de nuevas estéticas?

J.F.N. ¿En Cusco…? Creo que ya no hay movimientos plásticos de estas características e incluso en el mundo deben ser pocas las agrupaciones de este tipo, como los “ismos” de la historia del arte. Sucede que con la posmodernidad y la teórica superación de la modernidad, viene la validación de todas las prácticas, una suerte de permisiva simultaneidad. Quizás se podría pensar que la práctica del videoarte o el arte digital sea lo más inmediato en nuestra ciudad, eso en cuanto a desarrollo, pero no hay grupos concentrados estrictamente en estas disciplinas.

 

El hecho que condiciona el ejercicio del arte en la actualidad es la interrelación, nosotros aún nos formamos con bastidores, arcilla y pigmentos, pero a la vez manejamos dispositivos electrónicos, aprendemos a hacer instalaciones, performances, de creación por internet, todo se va volviendo cotidiano y coexisten de manera natural en un flujo continuo, sin una conciencia de investigación propiamente dicha, lo que se convierte en un discurso inocente pero también bastante amplio.

 

 

P.M. ¿Cuáles son las propuestas técnicas, o temáticas, que a tu juicio han marcado más a tu generación? ¿Cuáles han sido sus efectos o impactos?

 

 

J.F.N. Pienso que no existe tal segmentación y quizás sea esta la mayor diferencia generacional, como lo mencione antes, nosotros pertenecemos a la primera oleada posmoderna en Cusco. Y donde el valor diferencial es el pleno entendimiento de la inexistencia de verdades absolutas, cuando ninguna expresión es mejor a otra, sin técnica o temática “superior”.

 

Hasta hace unas décadas en el mundo se discutía la validez de la pintura como medio contemporáneo de expresión artística, aquí nunca llego esta discusión y fue lo mejor, nos hemos saltado un episodio determinante de la historia del arte contemporáneo y la oleada digital nos regresó a la realidad después de superado este debate cuasi bizantino y cuando absolutamente todo está permitido.

 

Puedes ser figurativo, abstracto, conceptual, etc. O todo al mismo tiempo si así lo deseas, esto es perfectamente plausible, sin cánones castrantes, tampoco reglas estrictas, lo único que prima es la convicción del querer hacer y que se manifiesta en el producir.

Creo que hemos hecho de la globalidad nuestra característica sustancial, e incluso esto podría ser relativo, hoy la universalidad parte de una conciencia de pertenencia, de comprender que los grandes abismos han desaparecido y que ya no tenemos que negarnos para integrar los macro sistemas globales.

 

 

P.M. ¿El denominado “auge económico” se siente, o tiene algún impacto en desarrollo de los artistas cusqueños? ¿Cómo?

 

J.F.N. Es una pregunta complicada, es innegable que en la actualidad hay mayores recursos y fuentes de ingreso, el peruano promedio ha incrementado sus posibilidades y mejorado su calidad de vida. Pero debemos entender que el “promedio” ha migrado y que cuando hablamos de “medias”, ya no hablamos de provincias.

 

Sin embargo Cusco también es un fenómeno aparte en la plástica, la existencia del turismo es desde hace aproximadamente medio siglo un factor determinante en la economía local, los visitantes han permitido que muchas familias vivan del arte/artesanía, incluso durante los peores años ha sido una balsa de flote para no pocos artistas. Sin embargo es este mismo factor económico el que por décadas ha condicionado el carácter investigativo de los plásticos cusqueños, reduciéndolos a repetidores mecánicos de su obra y en otros casos aún peor, a ser reproductores del legado ajeno.

 

El auge económico no incide de manera directa, sino más bien en forma del llamado “turismo interno”, es decir “peruanos promedio” que vienen al exótico Cusco y que compran un recuerdo de la mágica ciudad. Así que si buscamos algún tipo de crecimiento proveniente de las mayores divisas existentes en el país, podemos decir que dicho desarrollo si existe, y es la multiplicación de factorías dedicadas a la producción de souvenirs.

 

 

P.M. ¿Existe en Cusco una política cultural en sus instituciones, llámense Municipalidad, Región, Ministerio de Cultura, empresas, etc. que consideres que sea importante  para el desarrollo de las artes? ¿Por qué?

 

 

J.F.N. No, no existe. En Cusco si no eres una piedra inca, no eres cultura. Si no eres un canto ancestral en quechua, no eres cultura. Ni región, ni Municipalidad, ni Ministerio de Cultura, ninguna entidad pública, a las artes plásticas se las mira con el rabillo del ojo. Lo que sí existe en Cusco es la “política zoológico”, hacer cosas para “gringos”: Si se restaura algo es para que los turistas tengan más que ver, se hace una pista para que el turismo llegue más rápido, si se hace lo que sea, es para otro y no para nosotros. Como animales de circo,  aprendemos nuevos trucos únicamente para el público.

 

¿Por qué? Porque no saben nada del tema, porque no lo comprenden, las pocas entidades que tienen una gerencial de cultura, delegan el cargo a cualquier advenedizo, no entienden que velar por la cultura y su desarrollo es una parte de sus funciones, creen que si no eres una capa asfáltica no cuentas como obra, no cuentas como “progreso”.

 

El ministerio de cultura ha abierto un salón de la casa Garcilaso para exposiciones artísticas, teniendo en claro que esto no es parte de una política global, sino más bien para presentar “algo más” a los visitantes de dicho museo.

 

La región ha tratado de involucrarse un poco más, ha desarrollado un proyecto dentro del cual ha organizado algunas actividades durante este año, dos concursos hasta la fecha, un programa de televisión entre otras actividades. Pero parece que fue algo efímero, ya redujeron el presupuesto y les cancelaron el programa después de seis episodios. Es que como dije, si no puedes ser medido métricamente, jamás serás una obra.

 

En cuanto a la municipalidad, su mayor aporte a la plástica cusqueña ha sido erigir una escultura contra natura, en la plaza de armas, con el añadido de ser anónima y de haber sido colocada entre gallos y medianoche. Podemos añadir a sus lauros que en este periodo se ha terminado de “mal gerencial” el llamado MAC (Museo de Arte Contemporáneo del Cusco), que es cualquier cosa menos museo, un museo como tal debe tener un acervo, personal a tiempo completo, curadores, museógrafos, montajistas, entre otros profesionales y técnicos.

 

Además de una política seria de adquisición de obras que por demás está decir es inexistente, Lo que tiene la Municipalidad del Cusco son dos salas sucias de pared a pared, con alfombras que no han sido cambiadas ni lavadas desde el día de su inauguración y que sirven de tienda para los aventureros que aún se animan a exponer ahí.

 

En cuanto a las instituciones privadas, existen actualmente varias Salas, de regulares a malas, donde sin duda destacan dos espacios. El Museo del Qorikancha, que es aun el epicentro para el trabajo de los artistas cusqueños contemporáneos, sobre todo los más jóvenes, tiene concursos validados a nivel nacional, actividades frecuentes de todas las ramas del arte y un modesto pero siempre presente presupuesto. Y el ICPNAC que también tiene un espacio adecuado para exhibiciones, con un presupuesto menor aún, pero que de igual manera alienta a los artistas. Todos los demás espacios son salas abiertas con mayores y menores méritos entre sí.

 

 

P.M. ¿Los jóvenes artistas tienes/n una posición política o prefieren mantenerse al margen de la realidad social y económica que les rodea?

 

 

J.F.N. Existen diversas posiciones, de los fanáticos obsesivos a los apáticos profesionales, pero a mi juicio no hay militancia política como tal. No podemos hablar de  gente que pertenezca carnet en mano a un partido, menos aún entre los artistas que conozco. Lo que más se ve en la actualidad es la “indignación de Facebook” gente que se entusiasma con un tema durante un par de días, un par de horas, un par de minutos y pasado el barullo olvidan su indignación hasta el próximo trending topic, y así vez tras vez, sucesivamente.

 

Creo que estamos desencantados de la política, de los congresistas, de los presidentes, de todos. Escuchas decir a un político cada mentira, a un alcalde negar sus palabras, sin una gota de sangre en la cara, mientras se le desencaja el rostro sin un ápice de vergüenza. Aun no puedo creer que una mis peores profesoras ha llegado a ser congresista, y que para colmo, encaje perfectamente. O que un ex compañero de colegio al cual recuerdo como déspota, irrespetuoso, abusivo y zalamero, pueda encabezar una lista congresal sin mayor mérito que el tener los recursos para pagar el cupo. Eso demuestra lo putrefacto del sistema, la roba cable, él come pollo, todos ellos hacen que sea cada vez más deplorable la vida política. Se demuestra la pestilencia y degradación a la que hemos llegado.

A mi particularmente la política me causa el mayor de los desprecios, cada vez que veo a alguien con aspiraciones políticas, sé que veo a alguien inescrupuloso, sin ningún otro valor que la ambición desmedida y desfigurada… En fin, para redondear la idea, estoy pensando lanzarme para alcalde en las próximas elecciones, si algún partido quiere apoyar mi candidatura ya sabe dónde encontrarme.

 

P.M. ¿El movimiento 3399 sigue vigente? Si es así ¿Cuáles son sus propuestas y perspectivas?

J.F.N. Claro, 33 sigue plenamente vigente. Desde el inicio tuvimos clara nuestra dinámica de trabajo, es imposible dedicarle todo nuestro tiempo al proyecto, pero seguimos bregando lo más duro que las condiciones nos lo permiten. La carrera individual de cada uno de los miembros, el producir, además de algunas otras funciones que cada quien cumple, hacen que cada vez sea más complicado producir de manera conjunta. Juan Salas es profesor de arte en la Universidad Católica en Lima y Mabel Allain es curadora en el Museo del Qorikancha, esto por poner un par de ejemplos. Igual tratamos de organizarnos, con todo y todo seguimos dándole.

El año pasado realizamos dos proyectos principales: “Virgo” y “El Mural del Fin del Mundo”. Este año se realizó el proyecto “MUJERES SIGLO XXI”, que fue un concepto separado en dos exposiciones realizadas simultáneamente bajo la dirección de Valerie Velasco, quien reunió artistas nacionales y extranjeras en lo que considero una de las mejores exposiciones que ha visto nuestra ciudad.

Además siempre colaboramos con artistas en la producción de sus exhibiciones individuales, sean o no miembros del colectivo, el año pasado colaboramos con Amira Prada en “Siete” y Fabiola Silva en “Trenzas Sueltas”, este año con Edward Challco en “Chicha”. A todos los apoyamos bajo la supervisión de 33 en la realización de su primera muestra individual, que es sin duda un paso neurálgico en la carrera de cada artista.

Y siempre con algo por hacer, actualmente estamos preparando un par de proyectos para realizar en Lima el próximo año y también estamos tentando espacios fuera del país. Seguimos avanzando sin mayores dramas, sabemos que paulatinamente se dará. No conocemos el camino, pero continuamos

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