IglesiaSantisimaTrinidad01Por sus obras las conocerán

Luego del terremoto que remeció al Cusco el año 1950, surgieron nuevos espacios urbanos dinámicos y versátiles.

Uno de ellos es Mariscal Gamarra, complejo habitacional que tiene una intensa vida comunitaria. En ella sin duda destacan un grupo de mujeres que se empeñaron por darle a esta urbanización un espacio para la práctica de su religión y fe cristianas.

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Marina Olivera de Wilis permanente animadora de la vida comunitaria cusqueña.

Cristina de Garmendia, como presidenta, Marina Olivera de Wilis como vicepresidenta, así como Celestina Holguín y Martha Málaga, se propusieron la construcción de una iglesia. El proceso duró muchos años.

Su ritmo dependía obviamente de la captación de fondos para solventar los gastos que demanda toda obra de esta naturaleza, la cual estuvo a cargo del ingeniero Belisario Cahuana. Estas católicas militantes no dejaron puerta por tocar, ni gestión sin realizar. Los vecinos de esta importante urbanización cusqueña recuerdan hasta hoy los almuerzos organizados por estas perseverantes señoras para lograr reunir los fondos para los materiales y demás necesidades, hasta que lograron entregar la iglesia concluida al entonces Arzobispo Alcides Mendoza Castro, quien luego designó a un sacerdote para atender las diversas actividades parroquiales. Así, el 3 de noviembre del 2010, la pequeña comunidad de Mariscal Gamarra celebró 20 años de la inauguración de la Iglesia de la Santísima Trinidad, con la presencia de sus feligreses guiados por el sacerdote Fredy Aparicio Quispe, cuya labor pastoral se caracteriza por insistir en que éstos participen y comprendan los oficios en los cuales participan. Todo un sueño hecho realidad para sus promotoras.

 

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