Abel Vera Valdivia
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| Un cusqueño del siglo XXI |
Abel Vera Valdivia es un ingeniero industrial cusqueño de 33 años de edad, que vive en Regensburg, Alemania.
Es el surfista de la web cuyos hallazgos nos permiten difundir los nueve maravillosos videos sobre el Cusco de las décadas de los 30 y de los 50 del siglo pasado. No solo nos sorprendió su habilidad y dedicación para hallar estos documentos, sino su amplia disponibilidad para compartir información que sabe que será de utilidad para el mejor conocimiento de su tierra natal.
Abel salió del Cusco cuando tenía 5 años, para luego vivir en Arequipa, donde terminó sus estudios universitarios. Luego se mudó a Santiago de Chile para realizar un MBA, donde conoció a la joven alemana que ahora es su esposa.
“El amor por la tierra que me vio nacer, Cusco, la tierra de mis padres, de mis abuelos, bisabuelos, tatarabuelos, me hace siempre estar pendiente de las cosas que pasan en el Perú. Tengo un blog donde pongo algunas opiniones, http://elcatadioptrico.blogspot.com/, y también difundo el fruto de mi hobby -la fotografía- en http://picasaweb.google.com/cochas01”, nos dice Abel.
Para que lo ubiquemos mejor, Abel nos confía: “Mi familia es conocida en el Cusco. MI abuelo era Abel Vera Simbort, un experto en instalaciones de agua potable, que llevó a los pueblos más alejados agua y desagüe y aportó a lo que hoy es el Cusco moderno. Por lo que sé por mi padre, y por lo que me contaba mi abuelo, tenemos aún mucha familia pues mi padre y mis tíos son primos de los cantantes ‘Los hermanos Vera’. Somos del barrio de Santiago, donde viví hasta los 5 años. Las ramas de mi tatarabuelo Federico Vera y mi bisabuelo Fidel Vera, hacen una fiesta anual que se llama ‘verada’, que es la unión de todas las ramas de este gran tronco familiar, y cada año nombran un patriarca. Hace unos 6 años, mi abuelo fue el patriarca de turno”
Abel es un cusqueño del siglo XXI que, desde Alemania, bucea en los archivos de la Web y sus hallazgos los cuelga en YouTube, para compartirlos con el Cusco y con el mundo. Gracias. Abel.
