Este joven de 24 años, de apellido Vicente, trabaja todos los días frente a la famosa piedra de los doce ángulos. Su labor solitaria y heroica, llueva o solee, es pedirles a los viandantes, turistas y residentes, que por favor no toquen la piedra. Les indica que ése acto la está deteriorando. Y vaya si tiene trabajo, pues no falta la persona que quiera “cargarse de energía” tocando la famosa piedra, o simplemente ¡contando los ángulos con los dedos! Gente Cusqueña
¡No toquen, por favor!
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Este joven de 24 años, de apellido Vicente, trabaja todos los días frente a la famosa piedra de los doce ángulos. Su labor solitaria y heroica, llueva o solee, es pedirles a los viandantes, turistas y residentes, que por favor no toquen la piedra. Les indica que ése acto la está deteriorando. Y vaya si tiene trabajo, pues no falta la persona que quiera “cargarse de energía” tocando la famosa piedra, o simplemente ¡contando los ángulos con los dedos! - Está aquí:
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2009
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