Homenaje al Arquitecto Victor Pimentel Gurmendi
Por sus 80 años de vida

Por Arq. Roberto Samanez Argumedo

 

roberto-samanez1Sin duda alguna la trayectoria de Víctor Pimentel es la más destacada de su generación, en la defensa y conservación del patrimonio cultural. Durante su prolongada estadía en Italia en sus años de formación como artista plástico y como arquitecto restaurador, participó en el Congreso de Arquitectos y Técnicos de Monumentos Históricos en Venecia, en el año 1964. En ese evento internacional se elaboró la célebre Carta de Venecia, documento que orienta la restauración y la conservación del patrimonio cultural. Esa experiencia enriqueció su bagaje cultural y lo hizo partícipe de un momento crucial de la historia del siglo XX, como el peruano que suscribió el trascendental documento.

La suya fue una de las voces más firmes en la defensa y conservación del patrimonio histórico y en la desigual lucha por salvar el patrimonio de Lima, agobiada por el centralismo y el tradicional abandono por inercia de sus autoridades. Su labor casi solitaria en el Consejo Nacional de Conservación y Restauración de Monumentos Históricos en la década de los años sesenta, constituyó un hito para la preservación de los monumentos limeños.

 

Premio Bienal de Arquitectura Peruana

Desde que restauró el primer ejemplo de arquitectura civil en el Cusco, la Casa del Inca Garcilaso de la Vega orientó su afán conservacionista hacia esa ciudad. Estaba conciente que la preservación del centro histórico del Cusco requería de planes particularizados enmarcados en las propuestas de desarrollo urbano de la ciudad. Al inicio de los años setenta trabajando en el Cusco en el naciente Plan Turístico y Cultural Perú UNESCO (Plan COPESCO) elaboró por primera vez la delimitación de la zona monumental de la ciudad y la identificación de las edificaciones históricas de mayor valor.

En esos años cobraba fuerza la idea de la recuperación de áreas históricas como atractivo del turismo cultural y se tenían grandes esperanzas en los beneficios de la llamada “industria sin chimeneas”. Víctor propuso a través del Plan COPESCO beneficiar una extensa zona del sur peruano a partir de la inversión en la puesta en valor de monumentos y áreas urbanas.

 

Victor Pimentel Gurmendi, ciudadano del honor del Cusco

Al crearse en 1973 el histórico Proyecto PER 39 fruto del acuerdo entre el Gobierno, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la UNESCO, para la restauración de un importante conjunto de monumentos arqueológicos e históricos, en el eje Cusco – Puno, Víctor fue designado Director Nacional de la contraparte peruana y me correspondió ser el Sub Director del Proyecto con sede en Cusco. Tuve la oportunidad de trabajar con él y compartir los desvelos para analizar los monumentos escogidos y elaborar sus expedientes técnicos. No fue un período muy largo debido a que discrepancias con la Directora General del INC determinaron su alejamiento, pero fue suficiente para conocer de cerca su sensibilidad, su proverbial modestia y su profunda identificación con nuestros valores.

 

Atesoro desde esa época una pintura al óleo de su autoría, que me dio de presente, con una sentida dedicatoria en el reverso. Que esta fecha signifique un año más de realizaciones y que en los años venideros continúe con su labor de maestro de generaciones.

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