“Lo más grave es al carencia de buenos políticos”


La Convención: una provincia con apariencia de riqueza


Entrevista a Alfredo Encinas

 

AlfredoEncinas01 a
Alfredo Encinas

Alfredo Encinas Martin, para quienes no lo conocen, es un sacerdote dominico, español, que llegó al Perú en el año 1962. Vivió en La Convención por dieciocho años, y dos en el Bajo Urubamba. Tuvo que retornar a tu tierra para curarse de una tuberculosis adquirida en la zona, pero este año ha regresado a su amada Quillabamba para presentar el libro Historia social de la provincia de La Convención, que es el segundo tomo de la Historia de la provincia de La Convención, del cual también es autor.

 

Sin duda es el “interlocutor válido” de la provincia de La Convención, y con él nos enfrascamos en una charla sobre la realidad de esta gran región a la que ha vuelto, después de varios años, “para dejar sus huesos en ella”. Valicha espera que los lleve consigo por mucho tiempo, para bien de esa maravillosa y problemática tierra convenciana.

 

¿Cuál es la realidad de La Convención de hoy? ¿Cuáles son sus problemas y cuáles sus alternativas?

 

Esencialmente, creo que tiene los mismos problemas que hace treinta años, pues tienen los mismos ingredientes que en los años 70. Sigue siendo un provincia básicamente agrícola, una agricultura de exportación basada en el café y la coca.

 

Si uno mira los censos de los años 30 y 35, veremos que el 95% la población convenciana era rural y agrícola; hoy puede ser un 80% agrícola y un 20% urbana. Pero la mayoría de la gente, aún cuando sea urbana, vive aún de la agricultura; por tanto, es una provincia agrícola y ése es un problema.

 

Una región cuya economía se basa solo en la agriculgura, está expuesta a una serie de crisis que suelen ser muy frecuentes. Por muchas razones, pero entre otras porque la agricultura es el vagón de cola de todas las economías.

 

Pero al parecer es una región muy rica, tiene una biodiversidad muy importante, y también una reserva energética.

 

Esta región engaña mucho. Aquí hay una apariencia de riqueza. El 90 % de lo se produce en el agro se transforma en dinero. Se vende el café, se vende la coca; eso es comercio. Aquí el dinero funciona mucho, hace treinta años ya había ocho bancos en Quillabamba, es increíble ver como se mueve el dinero. Pero eso no supone riqueza, el dinero pasa de mano en mano, y da una sensación de prosperidad, pero es aparente, no responde a una riqueza objetiva. Porque el 90% de lo que recibe el campesino tiene que invertirlo en subsistencia, y en esa subsistencia hay que analizar los niveles de pobreza.

 

a Paisaje02

 

“La Convención mueve muchos millones a nivel nacional e internacional, pero eso no significa que su gente sea rica”


¿Qué nos dice ése análisis?

 

Que el campesino come muy mal, viste muy mal y le cuesta mucho educar a los hijos. Es allí donde tenemos que ver al realidad de La Convención, no a niveles de bancos o de movimiento de dinero. Ésta es una provincia aparentemente rica, mueve muchos millones a nivel nacional e internacional, pero eso no significa que la gente de Quillabamba sea rica.

 

En la actualidad, hay una apariencia aún mayor de riqueza debido al canon, que va directametne a las arcas municipales, especialmente en Echarate que genera un nivel importante en obras públicas. Todo esto es ciertamente beneficioso para la región, pero también es una apariencia, porque uno va a las instalaciones del Municipio de Echarate y parece que está en Lima, un edificio todo de cristal, unas piscinas que no las encuentras en otro lado en este país. Todo eso deslumbra y tapa un poco la realidad social que hay en la provincia de La Convención. Hay que matizar bastante a la hora de calificar esta región. No es fácil darse cuenta de la realidad de fondo.

 

Sin embargo, La Convención es un emporio de riqueza muy importante. ¿Por qué no se puede transformar y emplear esa riqueza natural de manera adecuada?

 

Si la Convención quiere salir adelante, debe diversificar su economía, promocionando por ejemplo, el turismo. Es decir, La Convención empieza exactamente en Machu Picchu, que es el emporio turístico peruano. No es que esté a 20 kilómétros, no, La convención empieza exáctamente en Machu Picchu y ésa es la puerta del turismo a La Convención, puerta que se la han cerrado, porque hace diez años una gran avalancha se llevó el tren que era la prolongación normal del turismo.

 

Nadie o casi nadie se ha movilizado para recuperar el tren. De hecho, cuando yo vivía aquí y llegó el tren, ya estaba empezando el turismo en Quillabamba, uno salía a la calle y encontraba turistas que habían llegado en el tren, porque al comprar la entrada a Machu Picchu, el turista preguntaba ¿y este tren a dónde llega? Y el turista que quiere conocer la selva tomaba la decisión de llegar hasta Quillabamba.

 

Eso se cortó, y se cortó entre otras cosas, porque hay todo un sector - el de transporte, aliado con el sector de los comerciantes - que se opone al tren, para no perder lo que poseen: el monopolio del transporte terrestre. Ven, pues, al tren como una amenaza; incluso el Municipio se ha resistido a promover el retorno del tren.

 

Ahora se está asumiendo que el tren de Cusco es para Machu Picchu, pero es una gran mentira, porque el proyecto primitivo del tren era unir Cusco con un punto navegable del río, es decir hasta el pongo de Mainique. Ese es el proyecto originario del tren: comunicar la sierra con la selva, o al menos la sierra con Quillabamba.

 

De igual manera, cuando se planteó el problema del puente Carrilluchayoc, lo que se sostuvo era que los convencianos contaminábamos Machu Picchu, se opusieron a que pasemos por allí, cuando esa vía se ha hecho para nosotros. Soy un admirador de Machu Picchu, debo ser de las personas que más veces lo ha visitado, y soy un admirador de lo que es y representa Machu Picchu, pero cortarnos la ruta de acceso a toda una población como la convenciana, es una aberración que el solo hecho de plantearla indigna. Nosotros tenemos derecho a pasar por allí, otra cosa es que se tomen los debidos cuidados para que ese tráfico no afecte a Machu Picchu. Ahora están tejiendo otro circuito turístico que es entrar por Málaga hasta Santa María, de allí a Santa Teresa y de allí a Machu Picchu. Que se hagan todos los circuitos turísticos que quieran, pero no se puede cuestionar que el acceso fundamental a la provincia es a través de Machu Picchu.

 

AlfredoEncinas03 a
Alfredo Encinas Martin

¿Crees que es necesaria la existencia de un patronato para los artes contemporáneos en el Cusco, o ya existe?

 

Creo que sí es muy importante, son iniciativas que muchas veces se quedan en el entusiasmo de algunas personas. No existe en Cusco un patronato con esta connotación, he sugerido que debe haber una alianza estratégica entre el INC, la Municipalidad del Cusco, la región, la Escuela de Bellas Artes y la empresa privada. En el caso de las instituciones públicas, muchas veces existe un recelo de orden político que impide que estas iniciativas prosperen; no pierdo la esperanza que en algún momento encontremos el mecanismo, para que todas estas instituciones pensemos en alcanzar objetivos de bienestar general en todo orden de acciones, entre la que podemos mencionar, la ornamentación y embellecimiento, la restauración y puesta en valor de diferentes monumentos, el rescate de nuestra cultura e identidad, el fomento de la cultura, la realización de publicaciones y los intercambios con otras ciudades en el mundo.

 

Creo que esta provincia tiene unos recursos turísticos fantásticos. Desde el punto de vista arqueológico y paisajístico tiene el pongo Mainique, que es una maravilla. Pero para eso hace falta crear infraestructura, hace falta invertir y para eso hace falta tener un plan y ese plan no existe.

 

En ninguna parte del mundo, el turismo se ha constituido sin una adecuada infraestructura. Claro, hay un tipo de turista al que le gusta el turismo de aventura, pero aun ése requiere de cierto tipo de infraestructura. El turismo rentable requiere de cierta comodidad y calidad en alojamientos y servicios, pero eso se puede y debe crear. En ningún país, eso ha caído del cielo, sino se ha hecho un esfuerzo para conseguirlo.

 

¿Y porqué no se apuesta por la agroindustria?

 

La agroindustria puede cambiar la estructura económica de la provincia, pero, una vez más, el problema es que no hay transporte, tampoco hay empresarios, y las cooperativas no pueden hacerlo todo. Pero lo más grave es la carencia de buenos políticos, porque los políticos son los que tienen que buscar a los empresarios y decirles: “Señores, aquí hay grandes posibilidades de esto y de lo otro, ustedes vengan y vean La Convención, vean la fruta que se produce, pueden hacer un estudio de la producción de mango, de papaya, etc. y vea cómo aquí puede prosperar“. Yo creo que hay posibilidades, pero no se vende políticamente esas posibilidades.

 

Volvamos un poco al pasado ¿qué pasó con la industria del té?

 

Esa historia la conozco un poco más de cerca. Aquí ha habido una industria muy próspera del té en la zona de Huyro y Amaybamba. El té no es un producto regional, es muy local y requiere de condiciones climatológicas muy especiales, que se dan, especialmente, en Amaybamba, Huyro y algunos sitios más de la provincia de La Convención. Una época que estuvo muy bien, y luego a raíz de la Reforma agraria no hubo una buena administración, ni una buena dirección; después vinieron los holandeses que quisieron hacer una fábrica moderna de té; y luego se convirtió en un barullo, se quisieron repartir la tierras, etc. No se supo manejar desde todas las instancias, no solamente desde los campesinos, sino desde las instancias oficiales, y la industria prácticametne había perdido. Ahora se está queriendo resucitar, parece que ahora hay un proyecto en Huyro donde está participando Caritas a nivel nacional para la comercialización, creo que eso no está perdido y creo que se puede recuperar. Esa es una potencialidad que está allí en la zona.

 

a Gente08

 

“Las cooperativas han tenido grandes dificultades para funcionar como empresas, porque se crearon mal. Se crearon más por un afán político que por una necesidad económica. Otra vez fueron las instancias oficiales las culpables, porque se crearon, no como una solución económica para el campesinado, sino como una solución política para el Estado”


¿Por qué el café se exporta en grano y no se transforma en agroindustria?

 

Creo que se han dado algunos pasos. En mi libro sigo con interés la trayectoria de las cooperativas, en especial la de Cocla. Las cooperativas han tenido grandes dificultades para funcionar como empresas, porque se crearon mal. Se crearon más por un afán político que por una necesidad económica. Otra vez fueron las instancias oficiales las culpables, porque se crearon, no como una solución económica para el campesinado, sino como una solución política para el Estado.

 

Lo que se pretendió fue crear una organización paralela al sindicalismo, para que se pelearan entre ellos, hubo un proyecto político malo, mal planteado; por lo tanto, tuvieron muchas crisis, especialmente una muy fuerte en los años 94-95, porque Fujimori desapareció todo el cooperativismo del Perú. Allí fracasó el Banco Agrario y hubo una debacle que casi se lleva a todas las cooperativas de La Convención, incluida la Central de Cocla. Pero, a Dios gracias, el campesinado es muy resistente, y hubo un grupo de campesinos que se plantó y desde entonces Cocla está despegando.

 

Mi impresión personal, es que en los últimos diez años, ha habido un despegue, no solo en comercialización del café, que ha subido continuamente el número de quintales exportados, sino en la calidad, que es lo más interesante. Hoy Cocla no es la de hace treinta años; es una empresa bastante ejemplar, están saliendo a la exportación como un café cualificado como orgánico, que ha abierto muchas puertas aparte de una rentabilidad mayor; ellos están cuidando mucho su calidad de café.

 

Cuando uno va a Cocla, se da cuenta que hay tecnología en el proceso, y también ha lanzado una serie de productos al mercado, como pasta básica de cacao y café tostado; está diversificando su producción, y yo creo que a Cocla hay que animarla a seguir por el camino de buscar nuevas fórmulas. Un buen observador se da cuenta de que están haciendo un buen trabajo y que va a seguir por esa ruta. Ahora bien, nada está garantizado, pues juegan muchos factores en relación con las empresas.

 

Iglesia01 a

 

“Hoy Cocla no es la de hace treinta años; es una empresa bastante ejemplar, están saliendo a la exportación como un café cualificado como orgánico, que ha abierto muchas puertas aparte de una rentabilidad mayor; ellos están cuidando mucho su calidad de café”


Un aspecto vital para la provincia de La Convención es el de las vías de comunicación, ¿cómo ve la solución de este problema?

 

La Convención siempre ha sido una región muy aislada, el primer camino que se abrió fue el camino inca, que llegaba hasta el Cusco, a través de Málaga; después se abrió el ferrocarril, y eso significó una etapa nueva, y se puede inaugurar otra etapa para La Convención si se llega a abrir la carretera por la parte norte de la provincia, es decir, por la parte de Cumpirushiato, y que continúa por Apurímac, atraviesa Ayacucho y llega a Lima, carretera que actualmente se está haciendo. Esto va a acortar la distancia entre la provincia de La Convención y Lima y va a abrir un gran mercado.

 

Tomando en cuenta que las vías de comunicación son de ida y vuelta, eso va a cambiar sustancialmente a la provincia de La Convención.

 

Claro que sí. Y yo soy de los que piensa que cuando se abra esa carretera, Quillabamba va a perder importancia, y que a la altura de Quiteni, y un poco más abajo quizás, va a surgir una nueva población que va a controlar todo el mercado. Todo va a dejar de salir por Cusco y se abrirá una ruta diferente, y eso es bueno para la región. Quillabamba, si uno mira el mapa, está situada muy al sur de la región convenciana; el distrito más grande es Echarate, que se extiende hasta el Misagua. Y también hay otros poblados bastante dinámicos. En realidad, todos salen beneficiados. Abrir una nueva ruta de comunicación es pensar en el futuro.

 

Es inevitable preguntar sobre las poblaciones nativas y su relación con las empresas que explotan el gas ¿Desde su perspectiva, cómo se está manejando todo esto?

 

En Timpía, Kirigueti, Koribeni, la población está permanentemente alerta. Todas estas compañías son empresas peligrosas para esas poblaciones. El resto del Perú ve la situación desde lejos y dice es que es un bien nacional, pero los que la padecen son las poblaciones aledañas. De hecho, el gaseoducto ha tenido varios derrames peligrosos en toda la zona.

 

Estas empresas son grandes transnacionales seguras de que todo se compra: las comunidades nativas, la población. En determinado momento pueden decir: “allí están mis millones y tal o cual cosa la decido y la pago yo“. Lo que me preocupa mucho.

 

Por ejemplo, con la comunidades matziguengas, que son de la zona, el peligro es que las desencaja de su medio, de su cultura, y se ha creado una situación rara. Otro problema lo da la afluencia del dinero proveniente del canon, que se invierte muchas veces en cosas que no son indispensables. Es un dinero que ha llegado fácil y no ha dado tiempo a crear cuadros profesionales que puedan realizar proyectos de desarrollo coherentes.

 

a Gente09

La Convención

¿Cuál sería la solución?

 

Un proyecto de desarrollo regional. Uno lee los proyectos de los gobiernos municipales, o las memorias de los gobiernos municipales que se han elaborado con ocasión de las fiestas, y ve muchas obritas, muchos repartos de ese dinero, pero no ve un proyecto integral. También hay que enfrentar otro problema, visible ahora que se ha creado la Mancomunidad de Distritos aquí en la provincia: el distrito de Echarate es el que acapara una gran tajada del dinero del canon, que son como 121 millones, frente a los 21 millones que recibe la provincia de Quillabamba, o los veinte que reciben Quellouno y otros distritos.

 

Me parece que pretender que un distrito se desarrolle a costa de los demás, en una región como esta, es equivocado porque la región tiene una unidad en muchos sentidos: cultural, geográfica, de comunicaciones, etc. Que un distrito territorialmente grande, pero que no tiene una población mayoritaria, sea el que lidere a todo el resto de la provincia, me parece errado. Creo que previamente tendría que haber ese plan de desarrollo al que me referí antes, un plan que respete a todas las municipalidades de la región. No se puede poner un gran hotel en Echarate si no se ponen servicios en Quillabamba, se requiere un proyecto provincial, y es muy peligroso que no exista, pues se está gastando el dinero inútilmente en muchas cosas.

 

Hablemos del aspecto cultural de la provincia de La Convención.

 

En cuanto a la educación institucional, la que viene del Estado, hay dos defectos que se mezclan: carencias y personal no calificado. Si uno va a las comunidades nativas de Koribeni para abajo, verá que no han tenido profesor este año, o han estado dos semanas y se acabó. Para colmo, era un profesor que apenas tenía una secundaria mal hecha y desconocía el idioma nativo. Y este es un mal que se repite en otras partes del país.

 

En lo que se refiere a la cultura extracurricular, llamémosla así, aquí en la provincia faltan instituciones de investigación y debate, centros culturales, bibliotecas. Alguien que quiera escribir sobre La Convención, no tiene la posibilidad de encontrar libros de los cuales partir porque no hay una biblioteca básica de escritos sobre el tema. Regiones como esta, ya deberían tener un centro de investigación, de proyección de programas, de elaboración de proyectos de desarrollo. Uno puede querer formular proyectos culturales, pero si no cuenta con datos, ni registro histórico ¿sobre la base de qué se hace el proyecto? Aquí muchas veces reducimos la cultura al deporte, al futbol. Está bien que se fomente el deporte, pero no nos podemos quedar allí. Debemos promover la lectura entre los jóvenes, entre la gente, lo que tiene un impacto grande en las comunidades humanas, al final es lo que saca adelante a los pueblos. Si no hay gente que realmente se siente a estudiar, a leer, a hacer una tarea de formación un poco profunda, es difícil sacar adelante a un país.

 

AlfredoEncinas02 a

 

“Esta provincia tiene unos recursos turísticos fantásticos. Desde el punto de vista arqueológico y paisajístico tiene el pongo Mainique, que es una maravilla. Pero para eso hace falta crear infraestructura, hace falta invertir y para eso hace falta tener un plan y ese plan no existe”.


Pero la provincia de La Convención ya cuenta con dos universidades...

 

A mí me alegra mucho que haya dos universidades aquí, pues el mundo de hoy se juega en el saber. La economía la mueve Estados Unidos, porque los principales centros del saber e investigación están allí. Pero las universidades que hay aquí no toman en cuenta los problemas específicos de la región y están desvinculadas del tema social. Por ejemplo, en las charlas y coloquios que hemos tenido sobre el tema social de la provincia, a pesar de haberlos invitado, yo no he visto más que a un profesor de la universidad. Si las universidades son el fermento de una sociedad, entonces esas universidades tienen que estar metidas en la problemática de las sociedades en las que se hallan, de lo contrario, los alumnos que egresen de ellas, se irán a Cusco, a Lima o a donde sea, porque no conocen su realidad para transformarla. Sólo la padecen y se evaden de ella vía el conocimiento “universal”, y eso es una lástima.

La noche de la presentación de su libro, escuché también a Hugo Blanco, más bien con un discurso del pasado, con el cuco del hacendado, y no con un discurso que invite a resolver este nuevo panorama de problemas.

 

Bueno, el insistía en que la memoria, el conocimiento de la historia, de la trayectoria de la provincia, es importante. No porque los problemas no hayan cambiado, sino porque lo que está en decadencia es la mística...

 

¿No se trata de un discurso meramente político?

 

Pero si al final, todo es político.

 

¿Qué piensa del discurso y la ideología de Hugo Blanco?

 

A Hugo Blanco lo conozco desde hace mucho tiempo. Creo que él conoce la trayectoria de las organizaciones populares, del movimiento sindical y de la Federación, y todo eso está en crisis, hay que hablar de eso, como lo digo en mi libro. Y está en crisis por muchos motivos: los campesinos de hoy son de una generación distinta a la de sus antecesores, que lucharon por la tierra y por mejores condiciones de trabajo; incluso ignoran las condiciones del pasado. La Federación tiene cincuenta años, los campesinos que tienen 30 o 35 años no habían nacido, por eso a este grupo que no ha vivido una situación de lucha, le falta la mística. Yo estoy de acuerdo contigo, pero para enfrentar los problemas de hoy lo que se necesita es mística y un sentido de solidaridad, que a todos nos interese el problema del café o de la coca, aunque no sean directamente nuestros. Esa mística fue destruida por las acciones de Fujimori, por ejemplo. Lo que dice Hugo Blanco, y yo también, es que sin esa mistica, sin ese calor de lucha, no se consiguen algunas cosas.

 

Pero si se trata de aportar un punto de vista político, ¿por qué solo Hugo Blanco? ¿Y el PPC, Acción Popular, el Apra?

 

Esos partidos políticos solo resucitan para las elecciones, el resto del tiempo son una nulidad en cuanto a presencia y a discurso, lo que ciertamente no me llama la atención. Pero evidentemente es un gran vacío que hay que solucionar. Si no hay un proyecto provincial, no lo hay porque no hay políticos, ya que los proyectos los hacen los políticos. Yo lamento mucho que no haya ningún partido que lo haya hecho en serio y que se limiten a remiendos de última hora. Necesitamos del diálogo de todos los políticos, porque es de allí de donde va a salir un proyecto coherente. Hay gente como Hugo Blanco, que es un animal político, que vive de la política, vive del cuestionamiento social, y donde va lo suelta, y en ese sentido yo lo admiro.

Ojalá los hubiera de todas las tendencias. Si los hubiera, repito, habría un gran debate y de seguro un proyecto social y político coherente. Nunca le hemos negado un espacio a todo aquel que quiera plantear una propuesta, porque eso es lo que falta.


a

In memoriam:

El 20 de enero del 2010 fue sepultado, en el cementerio de Quillabamba, el Padre Alfredo Encinas Martín, historiador de la provincia de la Convención, conocedor como pocos de su realidad social y económica. Valicha, quiere rendirle un póstumo homenaje publicando nuevamente la entrevista que concediera a Patricia Marín, el año 2008. El lector podrá apreciar que los temas abordados por el fallecido padre Encinas tienen total vigencia, no solo para Quillabamba, sino para el Cusco y para el Perú.

 

Multitudinario entierro del Padre Alfredo. Leer más...

a

 

Escribir un comentario


Código de seguridad
Refescar