La urbe que debora el espritu de ChincheroTropezando una vez más con la misma piedra

Por: Patricia Marín

El 11 de octubre de 2001, mediante Ley N° 27528, se creó el Proyecto Especial Aeropuerto Internacional de Chinchero. De acuerdo a lo señalado en dicha norma, el proyecto se declaró de necesidad y utilidad pública, y de la más alta prioridad para el Estado.

A partir de entonces, tanto los sucesivos Gobiernos Regionales cuanto el Ministerio de Trasportes y Comunicaciones, abrumaron a los a los comuneros del lugar con ofertas de compra de sus terrenos, ofertas cada vez más atractivas y diversas. En 2018, por ejemplo, el Ministro de Transportes del momento, Bruno Giuffra, formalizó la compra de toda la comunidad de Yanacona.

Pero estas transacciones, que en principio debieron ser beneficiosas para las Comunidades, pronto tuvieron consecuencias negativas: una serie de conflictos internos sobre derechos de propiedad y montos pecuniarios generaron disputas, a veces insalvables, con el grave resultado de desestabilizar gravemente la que antes había sido una sólida identidad socio-cultural.

Así, poco a poco,  los comuCiudad de fieros y cementoneros campesinos, tras vender sus topos o hectáreas, hipnotizados por el auge del turismo y la promesa del Aeropuerto, optaron por el sueño del edificio o el hotel propio e iniciaron  el cambio de la  agricultura tradicional del mundo rural al ámbito del cemento y los fierros transformando gran parte de Chinchero en ciudad.  Además muchas familias migraron al Cusco, y allí, pasaron a convertirse en decididos microempresarios del transporte urbano, tras adquirir unas Combis o unas camionetas Pickup, especialmente para servicio turístico y, como sabemos, este tipo de capital se desgasta en un plazo relativamente corto, en tanto que la tierra, no.

Nos preguntamos ¿en qué condición están ahora esos primeros supuestos beneficiarios del  Proyecto delChenchero con mujer mirando Aeropuerto de Chinchero? ¿Cómo están sobreviviendo en este desastre mundial, que ha golpeado con mayor fuerza aun al Cusco, por haber apostado al Turismo cómo principal opción económica? ¿Se ha tenido en cuenta que el mundo como lo conocíamos hasta el 2019 se acabó? Los turistas, cuando vuelvan, ya no serán los mismos, buscarán sin duda  gozar de ambientes naturales, del aire puro y del campo. Eso que estamos permitiendo que se destruya sin ningún reparo o razonamiento. Es indiscutible que el Aeropuerto actual ya no puede seguir en la ciudad, pero creo que este no puede, ni debe estar en Chinchero.

Estos aspectos son sólo un eslabón de la cadena que arrastra este proyecto tan anhelado por muchos cusqueños. Debido a ello, se ha puesto en serio peligro un precioso  espacio geográfico-cultural, incurriendo en la posibilidad de una catástrofe ecológica y patrimonial.  Nuevamente los cusqueños  estamos tropezando con la misma piedra: ¿se acuerdan del Coliseo Cerrado, obra con la que nos  embaucó el General Francisco Morales Bermúdez (a pedido a gritos por los cusqueños), cuando lo que el Cusco necesitaba eran obras más importantes en agua, saneamiento, carreteras, y un  largo etcétera…?

Pero hay muchas más razones, muy bien explicadas por Marco Zeisser, representante de la  Unión  Ciudadana  para la Defensa y Valoración del Patrimonio Cultural y del Ambiente en su Carta Abierta, así como la carta del World Monuments Fund, dirigida al Presidente interino de la República Francisco Sagasti,  que acompañan este comentario . Considerar con cuidado estos documentos, nos llevará a replantear un proyecto que desde el principio ha tenido visos de espejismo.

 

 Descargar carta y anexos

 Descargar carta del World Monuments Fund

 

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