Caos urbano2Hace muchos años que venimos discutiendo sobre el caos urbano en que se ha sumido la ciudad, ¿pero se han preguntado el impacto real que esto tiene?

Las zonas rurales del Cusco están cambiando de forma acelerada y violenta  su vocación agrícola. Es cierto que la necesidad de vivienda está pendiente de solución, pero ¿la estamos resolviendo del modo correcto o más bien dando ocasión a un desastre futuro?

Quienes están “resolviendo” el problema del techo propio, son  en realidad los malos agentes inmobiliarios que, en muchos casos al margen de la ley, van generando una ciudad que pondrá a sus  habitantes a vivir en altísimo riesgo. Una vez damnificados por cualquier desastre, el Estado se verá obligado a paliar el problema reubicándolos cuando un huayco, lloclla o aluvión se lleve las precarias viviendas levantadas por los mencionados traficantes de viviendas, las cuales, por supuesto, aun no cuentan con servicios de ninguna clase.

Todo esto sucede a vista y paciencia de las autoridades, que hasta el momento miran para otro lado ¿por qué?: ¿incompetencia?, ¿complicidad? Mientras tanto, estamos perdiendo terrenos que pueden salvarnos de los desastres que nos amenazan siempre, pues la cultura andina, con justa razón, no las utilizó para vivienda, y son además  terrenos comunales.

Veamos  las imágenes que nos presentan Eliana Ricalde y Lucio Quiñonez, ambos investigadores del Centro Guamán Poma de Ayala, y escuchemos los problemas que han podido constatar, así como las alternativas de solución.

¿Quién frena a los agentes inmobiliarios que negocian con las zonas rurales del Cusco?

Hace muchos años que venimos discutiendo sobre el caos urbano en que se ha sumido la ciudad, ¿pero se han preguntado el impacto real que esto tiene? Las zonas rurales del Cusco están cambiando de forma acelerada y violenta su vocación agrícola. Es cierto que la necesidad de vivienda está pendiente de solución, pero ¿la estamos resolviendo del modo correcto o más bien dando ocasión a un desastre futuro? Quienes están “resolviendo” el problema del techo propio, son en realidad los malos agentes inmobiliarios que, en muchos casos al margen de la ley, van generando una ciudad que pondrán a sus habitantes a vivir en altísimo riesgo. Una vez damnificados por cualquier desastre, el Estado se verá obligado a paliar el problema reubicándolos cuando un huayco, lloclla o aluvión se lleve las precarias viviendas levantadas por los mencionados traficantes de viviendas, las cuales, por supuesto, aun no cuentan con servicios de ninguna clase. Todo esto sucede a vista y paciencia de las autoridades, que hasta el momento miran para otro lado ¿por qué?: ¿incompetencia?, ¿complicidad? Mientras tanto, estamos perdiendo terrenos que pueden salvarnos de los desastres que nos amenazan siempre, pues la cultura andina, con justa razón, no las utilizó para vivienda, y son además terrenos comunales. Veamos las imágenes que nos presentan Eliana Ricalde y Lucio Quiñonez, ambos investigadores del Centro Guamán Poma de Ayala, y escuchemos los problemas que han podido constatar, así como las alternativas de solución.

Publicado por Valicha.com en Martes, 12 de octubre de 2021

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