washington-alosilla1- Hace 36 años que eres periodista, ¿en qué programa empezaste?

Comenzamos con Anival Acurio, de quien guardo muchos recuerdos, y quien obviamente ha sido para mí, y lo digo sin rubor ni vacilación, mi maestro; él me enseñó muchas cosas, y las otras las he ido aprendiendo en el camino.

 

- ¿Qué es lo más importante que enseñó Anival Acurio?

En primer lugar a investigar, a contrastar las fuentes y la información, que ha sido una buena característica suya y que ahora tiene mucha vigencia, pues no es bueno dar la información unilateralmente.

 

- Es decir, presentar las dos caras de la noticia, entonces ¿qué opinas del periodismo que se practica hoy en día?

Bueno, depende del crsital con que se mire, pues tú sabes que el periodista no es la monedita de oro que a todo el mundo le encanta, no te olvides que esta es una profesión que genera odios y pasiones. Hay gente que ama lo que haces y hay gente que odia lo que tú haces. Sería algo extraordinario que todo el mundo estuviera de acuerdo con lo que dices, pero es imposible; y un buen periodista necesariamente tiene que ser discutido, debe ser un hombre de posición y generar polémica, y en eso radica el éxito, porque eso de ser croniquero sin opinión, no tiene sentido. Si no generas opinión quedas en la nada del mundo en el que te desenvuelves.

 

- ¿Cuál de tus opiniones ha generado más controversia?

En esta nuestra tierra, la mitad del pueblo me ama y la mitad me odia. Hemos hecho muchas cosas en 36 años. Me inicié desmasiado joven en esta labor; primero –muy prácticamente– desde los 13 años, y luego más preparados porque el tema lo exige, y este es el resultado de la madurez, pues si antes de muy muchacho enfrentaba las cosas con cierta torpeza, con vehemencia, ahora es, quizá, la torpeza pero madurada, y tal vez la vehemencia, pero analizada.

Por lo tanto, la información se da desde puntos de vista coherentes con tu profesionalismo y tu imagen que es muy importante en el tiempo en que vivimos. No hay que olvidar que, en el Cusco, la carrera de Periodismo es la que tiene más egresados en nuestra universidad, incluso se está viendo la posibilidad de reducir las vacantes, porque solo en Cusco hay casi cinco mil periodistas desocupados. ¿Dónde trabajan ? Estudian Ciencias de la Comunicación y están de taxistas, de botones en los hoteles, ya ni siquiera de profesores de tercera categoría, porque la nueva ley del magisterio no lo permite.

 

- ¿Tu estudiaste la carrera?

Yo estudié en primer lugar en la Bausate y Mesa, y en la San Antonio Abad estudié Historia, que es otro de los temas que me apasiona, y según la ley que dio el presidente Belaúnde, para ejercicio del Periodismo, yo tenía años de sobra, pues pedían que se demostrase determinado número de años consecutivos y remunerados en un medio, y yo los tenía de sobra, y por tanto me colegiaron. Pero no me quedé allí, pues el saber no ocupa campo en el cerebro, mira creo que uno de los becados principales por la Conrad Adenawer, he sido yo, y he viajado por todo el mundo, realizando muchos cursos, que me han nutrido y he vivido esa sabias enseñanzas de muchos maestros del periodismo y que tratamos de seguir aprendiendo por nuestros medios. No te olvides que hoy la comunicación es multimedia en el mundo, ya no puedes darte el lujo de ser solo periodista radial o solo periodista televisivo, y dentro todo ese contexto ser solo un croniquero, o un especialista en nacionales, o deportivo, política, no, aquí en provincias somos todo a la vez, y eso te obliga a saber de todo.

 


“Yo soy un hombre que pasa los 50 años, y siento que he vivido cien. He trabajado desde los siete años; he estudiado en la nocturna; no le debo nada a nadie; todo lo que tengo es mío, y no es producto de chantaje, de extorsión; es producto de mi trabajo, nunca he tenido una vacación”

- Pero tú no eres solo un periodista, sino un empresario de la comunicación, ¿verdad?

Bueno, las circunstancias me obligaron. Yo escuchaba a mi abuelo decir: el hombre tiene que mirar más allá de su nariz, y he generado esta empresa que da trabajo a 70 periodistas, que trabajan en mis diversos medios, y no te olvides que detrás de cada periodista hay una familia.

 

- Como periodista tengo la obligación de preguntarte ¿por qué te odia tanto la gente?

No creas tanto. Yo mido mucho, es quizás un 50/50; incluso si quiero ser honesto un 40/60. No te olvides que el éxito causa odio. Basta que seas un triunfador para que tengas enemigos gratuitos, empezando por nuestros colegas, que se preguntan ¿por qué este y no yo? Te cuento algo que se dio en la época de Garcilaso de la Vega: Cusco, madre amorosa de advenedizos y madrastra de tus hijos. Vemos a un "afuerín", viene aquí, hace cuatro cosas y lo ven como a un dios, sin embargo un cusqueño hace esto y mucho más, y siempre está el pero: pero cómo, pero cúando, pero de dónde.

 

- Me han dicho que tu método es el siguiente, cito: "Rajas de una empresa hasta llegar al límite que te permite negociar con ella, y comienzas a lavarle la cara, para luego conseguir el auspicio para tus programas", ¿es eso cierto?

Eso es algo absurdo y sin sentido, y te lo digo mirándote a lo ojos. ¿Sabes por qué soy exitoso? Porque mantego mi verdad hasta el final. No te olvides que quien derrumbó a las ONG tan poderosas, que traficaban autonomías, han atentado contra mis vehículos, contra mi casa. ¿Quién destapó eso? Fue Washington Alosilla. Sabes ha venido aquí gente muy poderosa; yo sé que el dinero es importante para mucha gente, pero yo con mi trabajo diario de cuatro de la mañana a once de la noche, de lunes a domingo, y de enero a diciembre, tengo suficiente para mí y para los 70 hombres que trabajan conmigo.

Yo te digo, sin rubor ni vacilaciones, hemos heredado no solo el lugar de Anival Acurio, sino los epítetos que le lanzaban, pues frente a frente lo alababan y veneraban, pero al costado lo criticaban y menospreciaban, y han tratado de trasladar todo eso en mi persona. Pero yo manejo las cosas con otro criterio y otra óptica, y te digo yo tengo pena por la gente que se expresa de esa manera, porque, en primer lugar, no les consta, ni saben si es así, pero lo dicen por seguir a ciertas corrientes, o ciertos resentimientos. Y repito que aquí los éxitos causan odios, aquí el ser fracasado es una virtud, pero no el ser exitoso. Y es una pena, porque en otros lugares del mundo, con una población medianamente educada, el éxito se torna en un paradigma, no es un estigma ¿doloroso no?

- ¿A quién le has hecho tanto daño para tener una imagen tan negativa?

Pero ¿con quién has hablado para que tengas tan mala información sobre mí? Mira, he estado en Arequipa hace poco, en el terminal terrestre, y me he encontrado con más de mil cusqueños, y allí querían hacerme líder, me proponían como candidato al Congreso, me proponían que fuera alcalde. He estado dos días esperando el carro junto con ellos, hablando con ellos, gente de todo nivel, profesionales, contrabandistas y abaceras, y entre ellos seguro uno que otro a quien que no le debo caer bien. Pero un 95% hablaba conmigo pidiéndome que hablara con las autoridades.

- ¿Qué te llena de orgullo?

Hacer que quieran a mi tierra. El Cusco me llena de orgullo y servir al Cusco de todo corazón. Me llena de orgullo que mis hermanos los niños se levanten temprano. Yo saludo a los niños, les levanto la moral, trato de decirles todos los días que el futuro de nuestra patria son ellos, y les digo que un niño que se levanta temprano es un niño responsable, que va a tener futuro, que va a ser exitoso, que eso no lo hacen los dormilones; yo los conmino a levantarse temprano, a las seis y cuarto ya les estoy pidiendo que vayan al colegio, al llegar el profesor les pregunta. “¿Qué dijo Alosilla esta mañana?”. Eso me llena de orgullo.

 


“….la carrera de Periodismo es la que tiene más egresados en nuestra universidad, incluso se está viendo la posibilidad de reducir las vacantes, porque solo en Cusco hay casi cinco mil periodistas desocupados. ¿Dónde trabajan ? Estudian Ciencias de la Comunicación y están de taxistas, de botones en los hoteles, ya ni siquiera de profesores de tercera categoría, porque la nueva ley del magisterio no lo permite”

 

- ¿Piensas postular para el gobierno regional, para la alcaldía o para el Congreso?

No, gracias. El Sr. Andrade me buscó hace años para proponerme ser candidato a la alcaldía del Cusco, y que además me pagaban todo para ser canditao de Somos Perú. El presidente García me propuso de candidato independiente para la alcaldía del Cusco; él es mi amigo y yo no soy aprista; el señor Ollanta Humala es mi amigo y no soy nacionalista. No. Yo soy periodista; yo amo mi profesión.

 

Nada mejor en la vida que hacer lo que te gusta hacer, y haciendo lo que te gusta hacer, ganas dinero, ganas fama, no es un triunfalismo barato, con mi lucha, con mucho sacrificio lo he conseguido. Soy feliz donde estoy, soy feliz manejando mi medio de comunicación. Cuando no hay quien entierre a un morador de un pueblo joven, llaman a Alosilla, y yo consigo el cajón y lo entierran; cuando hay un discapacitado al que nadie puede curar porque no tiene economía, llaman a Alosilla, y ¿qué hago?, llamo a un congresista, lo presiono, y hasta yo pongo de la mía, y lo hago operar, y eso no tiene precio, y ese hombre llora por mí, mata por mí, está conmigo. Y me interesa un comino lo que puedan decir dos o tres fracasados y los que pueden hacer el coro sobre el trabajo que uno realiza.

 

¿Tú sabes que todos los años yo trabajo para que más de 80 mil niños cusqueños tengan su juguete, sin tener que comprar nada, ni sacar tiques, sino solamente haciendo su colita? Y lo hacemos con otro gran cusqueño, el señor Luis Navarrete. Al principio repartía 20 o 30 mil juguetes y eso ha ido creciendo poco a poco, y en este momento son 80 mil juguetes que se reparten en Navidad. Yo mismo reparto el pan y el chocolate a los niños que están haciendo la colita. Yo he viajado mucho, y esa es una gran satisfacción, pero no tanto como ofrecerle algo a un niño, haberlo preparado tú y tu familia, y ver su carita de satisfacción, eso no tiene ningun precio, y te genera una energía tremenda para seguir adelante.

 

- ¿A qué periodistas admiras en el Cusco?

En el Cusco a casi todos, y te voy a decir aunque sea a contracorriente, a Anival Acurio le tengo mucho afecto y mucho cariño y a Manuel Abanto también. He conocido a periodistas muy inteligentes en nuestra tierra, a Ernestina Baca Astete, al propio Germán Alatrista, que si no se hubiera dedicado a las bebidas espirituosas, sería uno de los talentos más grandes, no solo de Cusco, sino de América Latina, y todo esto nos tiene que servir de experiencia, y no te olvides que ha sido catedrático de la Universidad y ha formado a muchas generaciones, espero que la mayoría de sus alumnos hayan sacado lo bueno, lo mejor de él.

 

- ¿Cuál crees tú que es el mayor problema de la Facultad de Ciencias de la Comunicación del Cusco?

Con todo respeto, se necesita una mejor formación académica, y particularmente para los docentes. Los muchachos que trabajan conmigo, el 95% son egresados de la Facultad de San Antonio Abad; no te quiero dar muchos detalles, sino un viejo dicho popular: "En la cancha se conocen a los gallos". Mucha teoría, falta práctica. Tienes un canal de la Universidad que no ata ni desata; hay todo un sistema gráfico ófset, ¿qué hace Ciencias de la Comunicación? Yo te voy a decir algo que seguro lo has escuchado en la Facultad, muchos entran a la universidad, y les preguntas “¿por qué has ingresado a Ciencias de la Comunicación?”; y te responden: “porque voy a ser mejor que Alosilla”; “¿por qué?”; “porque camina en carro del año, tiene una buena casa, es exitoso, viste así, come allá, yo quiero ser mejor que él”. Y fíjate que muchos me echan la culpa de que ellos hayan estudiado Ciencias de la Comunicación, porque cuando salen se ven con la realidad: no hay trabajo; y como Cusco es pequeño y tenemos tantos medios de comunicación; y la torta de la publicidad, el 95% se reparte a nivel nacional, y el 5% a nivel local y eso no alcanza, y allí se debe hacer uso de toda la imaginación para mantener los medios de comunicación.

 

Hay señores catedráticos muy dignos, porque tampoco los vamos a meter a todos en un mismo saco, pero se tienen que renovar. Aquí los estudiantes de la facultad hacen sus prácticas preprofesionales los días sábados; ellos editan la edición del domingo el sábado por la tarde, y lo vienen haciendo desde hace cinco años, y muchos de esos alumnos, los mejores, se quedan trabajando conmigo y en planilla, porque tú sabes que con la nueva ley y con la planilla electrónica, ya nadie puede estar por servicios profesionales.

- ¿Y cuanto les pagas?

De acuerdo a su talento, el básico es la primera parte, y no te olvides que después vienen los pasajes y los adicionales. Yo quisiera pagarles más, pero el medio no nos permite, pero claramente te digo, ningún periodista está por menos de lo que exige la ley. Hay algunos periodistas que ganan más dentro de la empresa, por responsabilidades específicas, pero todos tienen la posibilidad de vender avisaje, y allí tienen un porcentaje adicional, y pueden vender para la radio, periódico o televisión. Sin que eso sea una condición especial para que ellos saquen una información o cosa por el estilo, y para ellos es un 15% más de lo que venden.


“No creas tanto. Yo mido mucho, es quizás un 50/50; incluso si quiero ser honesto un 40/60. No te olvides que el éxito causa odio. Basta que seas un triunfador para que tengas enemigos gratuitos, empezando por nuestros colegas, que se preguntan ¿por qué este y no yo?”

 

- ¿Tu has sido empresario de tu propio ejercicio periodístico?

Sí. Antes de que Aníval Acurio muriese, yo ya me había independizado unos cinco años atrás, y conversamos alguna vez, y hablando y analizando las cosas, eso me abrió el panorama. Cuando yo empecé por mi cuenta, hacía unos programas sabatinos que se llamaban “Fin de semana con Washington Alosilla“, era un programa ómnibus, tenía de todo: múscia, chistes, comentarios, noticias. Le dimos una dinámica especial a la comunicación y fue exitoso; tenía como 40 casas comerciales de auspiciadores. Luego comenzamos con los micronoticieros, que también fueron un éxito, y trabajaba en dos o tres radios, en Salcantay tenía el “Fin de Semana“, y “La papeleta informativa“ la tenía en Radio Universal, y también tenía un programa en Radio La Hora. Trabajaba en tres sitios, y sí me alcanzaba el tiempo, porque yo gozo con mi trabajo, me gusta hacer mi trabajo y me siento satisfecho de hacer mi trabajo.

 

- ¿Qué cusqueño te parece el mejor personaje que hayas entrevistado?

Te quiero contar algo muy especial, en la Universidad de Yale en donde estuve en el mes de junio, encontré a Lucy Salazar que es una gran arqueóloga que es arequipeño-cusqueña, pero más cusqueña, porque su madre es cusqueña, ese vientre es cusqueño, y empezamos a conversar, y tú sabes que el tema es bastante sensible, porque esas piezas sí o sí van a regresar porque la denuncia la he hecho yo, y allí encontré a Lucy Salazar, de quien ya tenía conocimiento. Cuando empezamos a hablar del Cusco se puso a llorar y es una de las personalidades en el mundo de lo que significa la arqueología moderna. Tú, como yo, sabemos que antes lo máximo era el carbono 14, pero he visto una máquina que me parece la máquina del tiempo, totalmente computarizada, y Lucy es una experta, te puede decir de una vasija, cuántas veces ha estado un labio humano allí, qué comidas y qué bebidas se han tomado, y ella es especialista en esa máquina, es una mujer extraordinaria.

 

- Háblame de ti, ¿qué te gusta?, ¿qué te disgusta?, ¿qué despierta tus iras santas?

Me molesta la injusticia, el odio, la envidia. Te digo con sinceridad, yo no guardo basura en el alma, camino para adelante, mucha gente me ha hecho daño en nuestra tierra, pero no trato ni siquiera de recordarlos. Una vez un sacerdote amigo mío de Huanca me dijo lo siguiente: “Washington, si ves un perro sarnoso que te ladra, serías un tonto en responderle; si es un perro grande tampoco, porque ese es inteligente y sabe medir hasta dónde puede atacarte, déjalo“. Si analizas eso, engloba una filosofía tremenda. La gente tiene derecho de ser como es, y no tiene la posibilidad, como nosotros, de decir lo que pensamos en nuestro medio de comunicación, y esa gente que no se puede expresar como nosotros expresa sus frustración lanzándonos epítetos, destilando odios, mascullando rencores. Yo soy un hombre que pasa los 50 años, y siento que he vivido cien. He trabajado desde los siete años; he estudiado en la nocturna; no le debo nada a nadie; todo lo que tengo es mío, y no es producto de chantaje, de extorsión; es producto de mi trabajo, nunca he tenido una vacación, y lo voy a hacer, porque mis hijos ya están muy grandes, voy a aprovechar uno de estos meses, los agarro a todos y los llevo a dar una vuelta al mundo.

 


“Soy feliz donde estoy, soy feliz manejando mi medio de comunicación. Cuando no hay quien entierre a un morador de un pueblo joven, llaman a Alosilla, y yo consigo el cajón y lo entierran; cuando hay un discapacitado al que nadie puede curar porque no tiene economía, llaman a Alosilla”

 

- Esos trofeos ¿por qué los has ganado?

No es que quiera ser perfeccionista, pero si me meto en algo exijo a mi gente hacer lo mejor.Y cuando participamos en los campeonatos de fútbol de los periodistas, pongo a participar a mi equipo del diario del Cusco, y hemos ganado todos los campeonatos en los que hemos participado. Aqui atrás tenemos una canchita y al terminar de trabajar pido que preparen chocolate, y me voy con ellos a que practiquen y el día sábado ganamos todos los partidos, y así ellos pueden ver cómo siempre el sacrificio da frutos. Y después de los partidos, en los periodistas es clásico el full vaso, entonces les pido sus cajas de cerveza, y alli todo es “hola Wachisito, etc.“. Pero cuando me voy, y esto ha sido grabado en video, no sabes lo que dicen de mí, tomando mi cerveza; y al sábado siguiente, igualito: “Hermanito, cómo estás“. Lo tengo todo grabado; no con bronca, pero ya sé con quienes trato, y me duele que tengamos esa imagen. Es feo estar esperando a las autoridades, a los alcaldes para "picarles", porque lo que dicen de los periodistas es "dales de comer y de beber y verás como hablan bien de ti". Nosotros hemos tratado de evitar eso en nuestra gente. Si van a una conferencia de prensa, les digo: “Tómate una gaseosa, pero no te quedes a tomar trago”. En nuestra reuniones, que coman, disfruten, pero no en el trabajo, no en una conferencia de prensa: parecen irracionales pidiendo más y más, eso no se puede, no se debe hacer. Tenemos que tener respeto por nosotros mismos.

 

- ¿A qué periodistas mujeres reconoces como profesinales?

La que en paz descanse, Ernestina Baca Astete. Ha sido una inspiradora para todos. Areli Aráoz ha sido una gran periodista, pero siempre de cuando en cuando escribe. En las nuevas generaciones podría mencionar a Edith Sinchi Roca, ingresó a la política, es su derecho, pero ya no puede ser juez y parte. Por eso te digo que yo nunca voy a entrar a la política, porque ese día dejaría de ser periodista.

Y amargas experiencias existen, ¿te acuerdas de Denis Vargas? Estaba en el tope de la comunicación, se metió en la política y mira en lo que ha terminado. Y en el caso de nuestros colegas, no sé si han hecho bien o mal, pero citemos ejemplos: el caso de Lucho Villasante, se hizo congresista y allí quedó; Hualaycho, tú sabes que él peleaba por el raiting conmigo, y cuando regresó está como en el 30mo lugar, o más o menos. Pero yo sigo siendo el primero porque nunca me he metido a la política. Me dedico a mi trabajo todos los dias; soy feliz haciendo mi trabajo, y creo que es lo que debe ser toda persona. Si eres carpintero, sé feliz siendo carpintero y sé el mejor de los carpinteros.

 

- ¿Tu característica de hacer periodismo es el "destape"?

Sí. Siempre y cuando valga la pena.

- ¿Qué cosa no harías tú? Hablemos, por ejemplo, de Magaly Medina.

Bueno, ese es un tipo de periodismo especializado, y tiene su público, pero yo no podría hacer lo que ella hace, jamás. Respeto su posición, además que le gusta a la gente. Estaba mirando el focus group que ha hecho Apoyo y todo el mundo piensa que Magaly Medina es para el "populorum". Falso. El segmento A y B es el que da los cuarenta puntos, el C y D está por otro lado, no es como la gente piensa. Es que somos un país de hipócritas, sepulcros blanqueados. Aquí hay mucha gente que habla de moral y no es moral; que habla de honradez y no es honrada; que habla de transparencia y no es transparente.

 

- ¿Cuál es límite de todo periodista?

El límite se lo da uno. La ética, como el juramento hipocrático lo es para los médicos, y para los abogados defender las causas justas, y casi nunca se cumplen; para los periodistas hay un límite que es tu personalidad, es tu conciencia, tu actitud humana.

 

Plaza Uchuraccay

- ¿Qué no haría Washigton Alosilla?

Depende de las circunstancias. Yo nunca digo esto no he de hacer, soy un ser humano que tiene defectos y tiene virtudes, y por supuesto que tengo errores y muchos; el detalle está en saber corregirlos ¿no?

 

- ¿Alguna vez has inclinado la balanza a favor de algún político?

No. Dentro de la política trato de ser lo más justo posible, y de ponerme exactamente en la mitad, y como sucede cada cosa, es bueno marcar la distancia. Yo les he hecho la propaganda a casi todos los políticos que han salido. Que soy caro, sí es cierto.

 

- ¿Y a qué le llamas caro?

Por decirte, un candidato x pone propaganda en 10 radios x, pero esas diez no hacen lo que el candidato paga a mi programa. Pero voy a responder a lo que iba tu pregunta: un aviso publicitario no puede, ni va a condicionar mi opinión. La publicidad siempre dirá: aviso político contratado. Pero Alosilla dice: “Voten por el mejor, analicen planes y proyectos“. Yo creo que tiene que haber voto objetivo, no subjetivo.

Discúlpame, pero no yo no sé si tú te sientes representada por la señoras cusqueñas que están en este momento en el Parlamento, yo te digo que no, tengo vergüenza ajena, pero te digo que esas dos señoras se han peleado las dos últimas semanas para que les ponga sus avisos. Les he dicho: “Muy bien, pasen por caja, cuesta tanto y si quieren que lo haga yo, perfecto, pero cuesta tanto“. Les pongo el aviso, pero después digo que yo no votaría por esas señoras; y me dicen que no puede ser posible, si han pagado sus avisos publicitarios. Sí los han pagado, pero no han pagado mi opinión, y yo no me vendo. He entrevistado a Humala, es mi amigo, pero no por eso he dejado de preguntarle de dónde sacó los 150 mil dólares, si solo gana 4 mil soles, y le pido que no se moleste, porque las cosas tienen que ser como son. Alan García es mi amigo; Belaúnde, que en paz descanse, era mi amigo, lo he entrevistado, pero eso no quiere decir que sea belaundista.

 

- ¿La empresas privadas, las mineras, las turísticas, qué relación tienen contigo?

Comerciales, son mis clientes. Mira, las empresas mineras no son grandes clientes, ponen una plata muy pequeña, creo que ponen una 5 ó 6 páginas al año.

 

- ¿Son tacañas?

No sé, creo que ponen más en Lima, pero no me importa, si ponen bien venidas sean, porque así tenemos publicidad que es el dinero que me permite sostener mis medios. Algunas vienen por agencia, y las otras, las empresas cusquenas, conversan conmigo y es directo. Pero las que vienen de Lima, las maneja mi broker que se llama Diario de Provincias, contrata esa página, y yo no tengo el más mínimo contacto con ellos.

En las entrevistas, yo trato lo bueno que están haciendo y lo malo también. Por otro lado, yo tengo un periódico, inglés-español, que se llama Cusco Journal, mil ejemplares diarios de distribución gratuita, se sostiene con los anuncios de bares, restaurantes, hoteles, pizerías...

- Sin duda eres un empresario de comunicaciones...

Es que todo eso ayuda, si uno de los medios baja, el otro equilibra, tengo 70 trabajadores, ¿te imaginas cada fin de mes? Cusco Journal deja dividendos y no significa que yo tenga compromisos con los intereses de las empresas, a ellos les interesa el concepto, es en dos idiomas, gratuito, lo entrega una chiquita que está de ñusta, y el turista sabe dónde comer, dónde bailar, y además tiene los lugares dónde pueden visitarlos, y así camina la cosa.

 

- ¿Cuál crees que es el peor problema del Cusco?

La corrupción, y no solo del Cusco, del Perú.

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