carlos-cuaresma1Por Patricia Marín

 

- ¿Según tu experiencia, qué significa la relación periodismo-política?

 

Yo he reflexionado mucho sobre eso y me he preguntado si he sido elegido alcalde, constituyente y congresista por ser periodista o por ser político.

Y mi respuesta es que ha sido por político, por ser un luchador social, de lo contrario todos los periodistas tendrían que postular, y a veces cuando se postula como ingeniero, como periodista o como economista, uno no da para el cargo, entonces la identificación la da una posición ideológica en determinada circunstancia.

 

- He seguido tu carrera desde la universidad, y siempre has sido un dirigente político, ¿desde entonces aspirabas a una carrera política? ¿Se confunde el periodista con el político?

 

Sí. Se confunden. Yo empiezo en el año 1978, quizás un poquito antes, cuando surgieron las luchas magisteriales. Venía de Abancay como locutor, y nuestro ex profesor Germán Alatrista Bustamante me tomó como su locutor principal para El Interamericano. Cuando Germán abandona el programa, por su antimilitarismo y otras circunstancias, y nos deja el noticiero a Darío Rojas y a mí, aprovechamos al máximo la oportunidad que nos dio Germán. El medio radial, pues me dio la oportunidad de identificarme con los reclamos y el sentimiento de determinados sectores. Y para mí el periodismo y la política se confundieron cuando el Sutep sale afuera y es arremetido por Velasco Alvarado, y después por el general Morales Bermúdez y los dirigentes son encarcelados. Así que nosotros nos definimos por la defensa de los maestros (lucha que es casi anterior a mi etapa universitaria), fuimos los voceros de sus reclamos, no de su ideología, no de Patria Roja. Nos opusimos a todo maltrato de la dictadura y nos pusimos a favor de la civilidad. Es así que Velasco suelta una sentencia: "El Sutep o la revolución". La Revolución pasa y el Sutep queda, y yo me fanatizo con el Sutep. No me pesa porque eso me ha permitido conocer las entrañas mismas de Patria roja, del SUTEP y de un sector mayoritario de la población peruana.

 

- ¿Qué pasaba en el Cusco en ese momento? ¿Quiénes eran las cabezas políticas?

Me acuerdo como si fuera ayer y veo en las calles, frente al Colegio Inca Garcilaso de la Vega, a Tany Valer Lopera, veo a Manuel Góngora, presidente de la Federación Universitaria, y luego, nos vemos contigo y otras gentes, en la Universidad tratando de reestablecer la democracia, y entonces viene la confusión entre el periodista, el locutor Cuaresma, y el ideólogo que se suma a esas luchas. Y Mariátegui da la respuesta al decir que, cuando hay ausencia de dirigentes, cuando hay ausencia de líderes, son los periodistas los que cubren ese vacío, ese liderazgo.

- Pero Mariátegui lo decía en el sentido de aquel que moviliza a la opinión pública...

 

Tal vez, pero no nos olvidemos de que Mariátegui, era ideólogo, periodista y dirigente político.

 

- ¿Tu modelo era Mariátegui?

No tanto mi modelo, sino que yo reviso y me pregunto por qué Cuaresma, siendo periodista, se convierte en líder y dirigente estudiantil; y puedo sacar una conclusión para esa circunstancia, para ese momento: hay que poner líneas divisorias. Está bien que el periodista tenga una ideología, una doctrina, una filosofía, una posición, pero está mal que comience a suplir al ideólogo o al dirigente sindical.

 

- ¿Es el periodismo un instrumento político?

Se da. Por ejemplo, Henry Pease es periodista, pero a su vez político, pero creo que hay que delimitar de algún modo...

 


“La idea era unirnos para ser más fuertes, unirnos para hacerle frente al centralismo limeño, unirnos para hacer negocios con Lima, unirnos para hacer negocio con el Brasil, unificar la papa, la de Andahuaylas con la de Chinchero, y poder tener mejores condiciones en todo...”

- ¿Es fácil en la práctica, o son incompatibles los fines del político y del periodista? ¿Quién se apasiona el periodista o el político y con qué fines?

Me gusta esa pregunta. En primer lugar, Cuaresma es un hombre que levanta odios y pasiones, es un hombre apasionado. Yo tengo dos equipos deportivos: Cienciano y Universitario, y te digo, que si juegan Universitario con Cienciano, yo soy más Cienciano. Yo soy un hombre de pasiones y eso es bueno, porque eso te compromete más con una causa. Pero hablando políticamente, ideológicamente, hay que entrarle a este debate, porque ahora hay muchos periodistas que han llegado a ser autoridades, y en buena hora, pero no hay que confundir: que el periodista sea elegido, no por ser periodista, sino por ser luchador social y dirigente político.

 

- ¿Crees que estabas preparado para tener un cargo de esa envergadura siendo periodista, sentiste que te faltaba algo al momento de ejercerlo?

Distingamos. Yo no entro a la presidencia regional como periodista. Que soy periodista, soy periodista, pero entro como representante de una opción...

- Pero eres un comunicador social, ¿eso te alcanzó para ser un buen presidente regional?

No. No fue suficiente. No creo que ser periodista sea suficiente; uno tiene ser también político. —Por ejemplo, mucha gente dice "que nos dejen gobernar a los técnicos", y eso no lo comparto.

 

- ¿Por qué?

Porque tienes que ser técnico, profesional y político. Porque si eres técnico y no eres político, no vas a poder gobernar. Veamos el Municipio del Cusco, sin enjuiciar a nadie. Marina es una técnica y no es nada política; resultado: falla la técnica porque no es política. Sí. Para negociar, para conversar, tienes que tener mucha paciencia, el político debe tener paciencia. Ahora yo planteo una nueva fórmula, y lo he hecho desde hace muchos años: el político tiene que ser un técnico y un profesional. Voy a ir un poco más allá, yo aprendí a manejar el Sistema Nacional de Inversión Pública; aprendí a distinguir qué cosa es un perfil, y qué cosa es un proyecto, un expediente técnico. Ahora, tú tienes razón, tienes que tener como asesores a una gama de profesionales...

- El político tiene que entender que no lo sabe todo, que debe rodearse de gente capacitada...

Perfecto, de acuerdo, yo me declaro ignorante en varias cosas y voy aprendiendo todos los días, de la suma de esfuerzos de una generación multidisciplinaria. Alan García es abogado y no sabe mucha cosas; por lo tanto, tiene que rodearse de economistas, ingenieros civiles, economistas, periodistas, médicos, y a mí me da mucha pena que los gobernantes, y me incluyo yo, no tengamos la visión clara de poder determinar quién debe ser, por ejemplo, el ministro de Salud.

 

- ¿Cuál fue tu talón de Aquiles al momento de gobernar la región?

Aprender a manejar muy tarde los conceptos del Sistema Nacional de Inversión Pública: el SNIP se implementa tarde. Recién en el tercer año, comencé a luchar en el Ministerio de Economía porque me aprobaran casi 300 proyectos de inversión, y cuando estoy de salida, me aprobaron la carretera Cusco-Paruro, la carretera Huambutío-Paucartambo, y dejo comprometidas e iniciadas estas carreteras, que lamentablemente no continúan, a pesar de que hay mucha plata. Tal vez por celos. Pero que llegara la plata del canon muy tarde, cuando ya estaba terminando mi mandato, no fue culpa mía.

- ¿Es decir que uno de tus talones de Aquiles fue no entender bien el manejo del Sistema Nacional de Inversión Pública?

No tanto como eso. El Sistema Nacional de Inversión Pública se introduce casi a media gestión y no solo mi gobierno regional se ve afectado, sino todos en el país...

 

- ¿Quieres decir que la primera generación de presidentes regionales elegidos por voto popular fueron una especie de conejillos de indias de la administración pública descentralizada?

Lo que pasa es que la implementación correspondiente empieza con nosotros...

 

- ¿Por tanto, no es que hubiera mala leche de parte del Gobierno central, no es verdad?

No. No hubo mala leche, por eso que cuando yo salgo dejo 300 a 400 proyectos aprobados. Pero además los inicio, como la carretera Cusco-Paruro. Antes, cuando yo era Alcalde, no manejaba un real, porque el dinero se manejaba desde el Municipio provincial, no había tantas trabas, pero en buena hora [que las haya] si se trata de controlar la inversión, el gasto de capital, que es sinónimo de gasto para las obras. En el caso del Estadio Garcilaso que fue la obra más importante del Cusco capital, también nos ponen trabas, pero yo me las juego el todo por el todo y presiono al presidente Alejandro Toledo y le saco la transferencia hacia el gobierno regional, porque se venía la Copa, la Recopa, y había la presión de la gente, pero logramos salvar esa valla y entregamos la obra oportunamente. En el caso de las grandes irrigaciones, Sambor-Huaypo, que se está continuando en este momento con una inversión de 20 millones de soles que le arranqué al presidente Alan García Pérez en los últimos meses de mi gestión. Él dijo en un discurso: “Voy a recortar parte de los gastos corrientes de Palacio de Gobierno y se los voy a dar a Cuaresma, al gobierno regional”. Y ahora Hugo Gonzales está disfrutando de eso.

 


“Porque tienes que ser técnico, profesional y político. Porque si eres técnico y no eres político, no vas ha poder gobernar. Veamos el Municipio del Cusco, sin enjuiciar a nadie. Marina es una técnica y no es nada política; resultado: falla la técnica porque no es política. Sí. Para negociar, para conversar, tienes que tener mucha paciencia, el político debe tener paciencia.”

 

- ¿Cómo fue tu relación con la capital ¿aprendiste a lidiar con el centralismo?

El concepto de la descentralización no es nuevo: el monstruo es Lima. En plena campaña electoral, nosotros planteamos, como Frente Independiente Moralizador, la integración de Cusco, Apurímac y Madre de Dios. , y luego la integración de estos departamentos, que no son regiones, con el macro sur: Cusco, Arequipa, Tacna, Moquegua. Hubo mucha gente que se opuso, y entre ellos Hugo Gonzales, que dijo: “No nos podemos unir con gente pobre como la de Abancay porque nos va quitar nuestro canon”. Y eso fue una tontería, porque hay una ley del canon y esa no puede variar, y la distribución y redistribución ya estaba. Los apurimeños vinieron con el mismo cuento: si nos unimos con Cusco, ellos nos van a quitar los cuarenta o cincuenta millones de dólares de las Bambas, y eso también fue una tontería, pues todo se enmarca dentro de la ley de comité fideicomiso con administración autónoma. Mientras en Europa se unen todos los países, tienen un signo monetario que es el euro y están en pos de una sola constitución que está en camino, nosotros nos estamos matando. La idea era unirnos para ser más fuertes, unirnos para hacerle frente al centralismo limeño, unirnos para hacer negocios con Lima, unirnos para hacer negocio con el Brasil, unificar la papa, la de Andahuaylas con la de Chinchero, y poder tener mejores condiciones en todo...

 

- ¿Quién lo evitó?

Lo evitaron los criterios mezquinos de algunos políticos. Porque dijeron que si se unen Apurímac y Madre de Dios, Cuaresma repite el plato, y Cuaresma sería el primer presidente de una autentica región...

 


“Está bien que el periodista tenga una ideología, una doctrina, una filosofía, una posición, pero está mal que comience a suplir al ideólogo o al dirigente sindical.”

- ¿Mezquindades en Cusco o en Lima?

Aquí en Cusco, y por supuesto, desde Lima los alentaban los partidos políticos, porque a los centralistas no les convienen nuevos líderes, ese es el otro problema. Por tanto aquí tenemos que borrar el concepto de pelearnos entre nosotros, dividirnos entre nosotros para seguir creando pequeños centralismos, porque Cusco es centralista frente a Canchis, frente a Canas, frente a Chumvibilcas, aquí están los taytallactas de la política. En el momento de esta entrevista, hay una guerra en Canchis, en Combapata, hay gente que está luchando por la defensa de la vida, del agua, del medio ambiente. Yo me he enterado recién con claridad de lo que está ocurriendo con el Río Salcca, que es un río sagrado, esas aguas con una especie de limo son utilizadas para regar grandes extensiones de tierra.

 

Los avances te traen problemas, pero esos avances tienen que estar enmarcados dentro de un programa técnico, profesional y hasta científico. Está bien la hidroeléctrica que quiere hacerse en Canchis, pero está mal, que por el desarrollo, se liquide el medio ambiente. Por tanto, aquello que nos falta es negociar, no nos entendemos. Yo he aprendido, como político, que hay que tener mucha paciencia.

 

- En ese sentido, ¿cómo evalúas tus logros políticos? ¿Los tuviste? ¿Hiciste lo suficiente?

El pueblo es maduro, el pueblo, sin embargo en medio de su impaciencia, muestra su cansancio o su desesperación, y lo que ocurre en Canchis es consecuencia de lo último, de la desconfianza, porque siempre los han engañado, y ya no cree en nadie, y se levanta y se enfrenta con la autoridad, y los heroicos policías sueltan balas, porque tienen que restablecer el orden, y al mismo tiempo son agredidos, y para mi es doloroso ver esa confrontación estéril, mientras Hugo Gonzales desaparece y Mario desaparece, mientras Choque Neyra desaparece. En cambio, cuando yo fui presidente, instalamos la presidencia del Gobierno regional en la avenida de la Cultura, con el propósito de conversar con las organizaciones populares, que salían a las calles todos los días: los médicos, las enfermeras, los transportistas, los del Sutep, todos; y me daba tiempo para dialogar con ellos, y me compraba el pleito y hacía de puente para conversar con las instancias correspondientes. Ahora no sucede eso. Hay sectores que se levantan porque no se les escucha. El presidente regional o un alcalde, a veces, tiene que hacer de puente, y escuchar a todo ese pueblo que ha votado o no por ti, pero al que le debes. Insisto: político que no tiene paciencia y se aburre, que se retire, que se jubile. Político que es renegón, que se jubile. Yo he dado parte de mi vida, de mi juventud al Cusco, y no creo que lo haya hecho mal. Que ha habido dificultades, sí, muchísimas. Pero ahora la gente compara y dice: el chato va a volver, y yo les digo: déjeme ser lo que fui casi siempre, periodista, quiero descansar algunos años...

 

- ¿Qué queda del Cuaresma político?

No solo recuerdos. Queda mi identificación con los maestros, con los policías (me han abierto tres juicios por mi identificación con los policías), con los campesinos, con el concepto y el proceso de descentralización, que no debe morir. Pero no queda una opción partidaria, ni aspiración a retornar al gobierno regional, a una alcaldía, a una consejalía o a un cargo congresal. Estoy haciendo el esfuerzo de de ubicarme equilibradamente en el centro. Te voy a poner un ejemplo, todo el mundo chanca a Marina Sequeiros, nadie le da una opción; todo el mundo se enfrenta con Cusmar, porque creen que no debe ser alcalde provincial, porque él aspira a eso; o todo el mundo se enfrenta con Acurio, el alcalde de San Sebastián, porque también quiere ser alcalde provincial. Yo me pregunto, ¿por qué, como periodistas, no nos ubicamos, sin pasar la factura económica, en el centro, y damos opción a un Acurio, a Sequeiros a Cusmar sin ser condescendientes?

 

- ¿Entonces, no estás de acuerdo con la manera como se ejerce el periodismo hoy en Cusco?

No. Me gustaría repetir lo que le dije a mi hermana Lida que es docente universitaria hace 17 años en la Facultad de Comunicaciones: formen periodistas que no solo saquen una grabadora y una factura debajo de la manga, periodistas que hablen bien y escriban bien. García Márquez, en una última entrevista publicada en el Comercio de Lima, dice: “Periodista que no escribe no es periodista”.

 

- ¿Se necesitan más periodistas graduados en un mercado de trabajo tan restringido, tan pobre?

Hay mucha gente que reclama que en los medios de comunicación deben estar solo los titulados o los licenciados, y a veces sonrío, porque me parece una especie de chantaje: si no soy yo, no es nadie. Muchos consideran al periodismo como un oficio, y no como una profesión. Pero yo prefiero, sin entrar en un tratamiento de orden jurídico, a lo otro, que el periodista se hace en la práctica, en las calles, escribiendo todos los días, aprendiendo todos los días...

- Y hasta pidiendo disculpas...

Yo pedí disculpas y a mucha gente no le gustó. El caso Magaly nos tiene que llevar a reflexionar profundamente. Yo no comparto con la carcelería de Magaly; hay que buscar nuevos mecanismos para la gente que se equivoca, hay que despenalizar el delito de difamación, que la sanción sea económica, y voy un poquito más allá y sé que levantaré polvareda: al ingeniero que trafica y es descubierto, se le suspende por cuatro meses, un año, y podría aplicársele ese mismo sistema al periodista que falla contra la verdad. Multándole, obligándole a que deje de ejercer un determinado tiempo.

 

- Retomando tu afán por el descentralismo, ¿existe un centralismo en los medios de comunicación?

Sí. Pero además hay otro centralismo en el Cusco capital. Acá es fácil hacer periodismo cuando tienes una cámara y una grabadora, porque entrevistas a la alcaldesa que está a la mano, a Hugo Gonzales que está a la mano, a los concejales o a los funcionarios, pero cuán difícil es conversar y opinar sobre el director de la Ugel de Chumbivilcas, que fue capturado acosando a una profesora, extorsionándola. Y cuando le cae una fiscal, una valiente fiscal, saltan los del Frente de Defensa, los del Sutep. O aquello que está ocurriendo en Canchis, con este enfrentamiento entre campesinos y policías, por eso, nosotros estamos rompiendo ese centralismo uniendo la televisión, el Canal 47, con Radio Prensa al Día, que tiene dos o tres sucursales en Quillabamba, en Espinar, en Canchis, y pronto en Paucartambo, para que esa voces se escuchen en el Cusco, y paralelamente nuestras voces centralistas se escuchen allá y a lo grande.

 

- ¿Tienes la capacidad empresarial para competir con Radio Programas?

No. Pero sí tengo la capacidad intelectual, pero sí tengo la capacidad de levantar la voz.

 

- ¿Te parece bien ese slogan “Una sola voz para todo el Perú”?

No, y con eso no ofendo ni a Radio Programas, ni a ninguna otra emisora. Por eso hemos creado nosotros otra frase que dice: “Voces en democracia, desde Cusco Perú”. Además hay una cosa que hay que revisarla bien. El señor Mario Ochoa, que fue presidente de la Comisión de Transportes y Comunicaciones, en ésa época aprobó abrir los medios de comunicación a la inversión privada internacional. Es por eso que el Ministerio está quitando una serie de licencias, con razón o sin razón, fundamentalmente en provincias. ¿Para qué? Para licitarlas dentro del libre mercado, y que la inversión privada chilena, cubana, venezolana o norteamericana, se ponga a competir con los escuálidos empresarios del interior del país, y así te liquidan.


“…ahora hay muchos periodistas que han llegado a ser autoridades, y en buena hora, pero no hay que confundir: que el periodista sea elegido, no por ser periodista, sino por ser luchador social y dirigente político.”

 

- ¿Y cuál es la alternativa?

La alternativa es pedir una revisión real de todo esto, hacer que las grandes asociaciones de radio y televisión, federaciones, etc., puedan determinar algún mecanismo y presentarlo al Parlamento de la República. Aunque yo no creo en nuestros parlamentarios, creo en el Parlamento, como institución, como poder del Estado. Eso no significa que esté contra la inversión privada, estoy por la inversión privada porque significa progreso, desarrollo, puestos de empleo, pero esa inversión tiene que controlarse patrióticamente, y dentro de ello están los medios de comunicación a lo largo y ancho del país.

 

- ¿A estas alturas no tienes una visión mínimamente crítica sobre el Sutep?

Sí. Yo sí tengo críticas al Sutep, incluso en el Cusco. A Wilbert Loayza le he dicho que este Sutep es completamente distinto al de Efraín Portillo cuando era uno solo. Ahora hay Sutep de la Sra. Huerta, Sutep Pucallacta, de Sendero, Sutep Patria Roja, y no sé que Sutep más.

- ¿Pero tú que iniciaste abrigando la causa de los profesores, crees todavía que el Sutep le hace bien a los propios profesores?

El Sutep tiene que reciclarse...

 

- ¿No se ha convertido el Sutep incluso en un búmeran para los profesores?

No sé a cuál de los Sutep te refieres, porque, como te dije, hay varios Sutep. Si te refieres a los Pucallactas y al Sutep ligado a Sendero, sí, porque los someten, pero hay un Sutep más democrático, que es el Sutep de Wilber Loayza que está renaciendo en este momento. Con eso yo no me estoy apeando a este Sutep, pero yo comparto plenamente que hay actos un poco torpes en el manejo sindical y les falta calidad a muchos dirigentes.

 

- ¿Toda esta situación que tú describes, no es acaso la raíz de la mala educación que tenemos en el Cusco y en el país?

Te voy a responder con una experiencia de mi gestión. El Consejo de Coordinación Regional en mi época funcionaba, eran 9 y luego pasaron a ser 18, después pasaron a 47 (pues les dimos voz a los niños, a la federación de trabajadores, a la universidad, a la mujer, al ciudadano con discapacidad), e impulsamos con el Sutep y todas estas organizaciones el gran proyecto educativo, de orden eminentemente técnico profesional. Allí es donde aprendí que un proyecto educativo tiene que tener doctrina, tiene que tener filosofía, y el Sutep contribuyó mucho, a partir de eso firmamos varios convenios, para resolver aquello que cuestionas, la capacitación de los maestros. Pero fue el Sutep el que me dijo “¿Por qué no capacitas a los maestros en quechua?” Y capacitamos a 1,200 maestros, reeditamos el diccionario quechua elaborado por la academia de la lengua quechua (editado por Daniel Estrada en su momento), y lo distribuimos a todos los maestros en el departamento. Luego firmamos un convenio con el sindicato de maestros de los institutos superiores del Cusco, firmamos convenios con varias universidades del país para la maestría de los maestros, todo pagado por el Gobierno regional. Pero entra el nuevo presidente y desconoce los convenios.

Yo sí puedo sacar lecciones honrosas y meritorias de algunos sectores del SUTEP, pero también hay posiciones oscurantistas de algunos otros.

 


“Estoy haciendo el esfuerzo de de ubicarme equilibradamente en el centro. Te voy a poner un ejemplo, todo el mundo chanca a Marina Sequeiros, nadie le da una opción; todo el mundo se enfrenta con Cusmar, porque creen que no debe ser alcalde provincial, porque él aspira a eso; o todo el mundo se enfrenta con Acurio, el alcalde de San Sebastián, porque también quiere ser alcalde provincial. Yo me pregunto, ¿por qué, como periodistas, no nos ubicamos, sin pasar la factura económica, en el centro, y damos opción a un Acurio, a Sequeiros a Cusmar sin ser condescendientes?”

 

- ¿Tú serías capaz de liderar una campaña por una reingeniería del Sutep en el Cusco?

De acuerdo. Toma mi palabra, encantado. Yo he cuestionado mucho a la actual dirigencia, y les he dicho que no tienen calidad. Efraín Portillo (hombre capaz que tiene una ONG para la capacitación) fue el primer dirigente del Sutep que hablaba bien, del Sutep, de Elio Miranda, maestro universitario, del Sutep donde estaba Lucho Gonzales; dirigentes que, repito, se expresaban bien, escribían bien, cuajados políticamente, con roce social, así como también tomaban las calles, y con una extraordinaria relación con el obispo de los pueblos, ya olvidado, Luis Vallejos Santoni. Ese Sutep no es el mismo de hoy, y sí estoy de acuerdo en hacer una gran campaña, primero para que los dirigentes que se hagan de la dirigencia tengan el nivel correspondiente, se vistan bien, por lo menos.

 

- ¿Esa no se sería una gran causa para tu nueva etapa periodística?

Sí. Acepto el reto. Pero además te doy otra noticia, yo tengo algunos costalitos de denuncias, de las irregularidades en el sector educación, te pongo un ejemplo ¿uno podría aceptar que un director de una Ugel, que dice que es revolucionario, que es de UPP, no haya reconocido a su hija por más de dieciocho años? Si no ha reconocido a su hija de un primer compromiso por más de 18 años, ¿qué carácter puede tener para reconocer a los hijos del pueblo y plantear una educación adecuada? El asunto es claro y por tanto hay que hacer mucho, y me hubiera gustado repetir el plato como presidente de la región.

 

- ¿Entonces piensas volver a presentarte?

No, por estas consideraciones, Carlos mi hijo está en París, en la Sorbona, pero ojo, después de haber dejado el cargo de presidente de la región; mi hija está en los Estados Unidos, también becada, y ya va por su segundo año de Economía, y tengo uno último que tiene once. Y ahora, en la madurez, estoy con Nancy, tratando de impulsar esto que es parte de mi vida y mis sueños: la radio, la televisión y el periódico, y quiero darme un tiempo para todo eso.

Nunca digo no a la política, soy parte de ella, pero en todo caso, yo tomo el reto, porque si hubiera sido nuevamente presidente de la región, habría trabajado en tres cosas importantes. Primero la alimentación, tenía un proyecto muy bonito con las ONG, el proyecto alimentario infantil que se rompió, comenzamos con los huertos familiares que para mucha gente no tiene significación, pero para la gente empobrecida sí, porque que le estás dando el aporte inicial para una empresa. El segundo proyecto es la defensa de la salud; a me dijeron que me había vendido a las ONG, no es verdad, uno tiene que saber aprovechar la valiosa experiencia y los conocimientos que traen estas instituciones en favor de los que menos tienen, y el último es el proyecto educativo, si las cosas se hubieran manejado mejor en el Gobierno regional, en una segunda oportunidad creo que este panorama en el Cusco hubiera cambiado mucho. Por otro lado debemos recuperar Enaco, Egemsa, Electro Sur Este. Yo no estoy en contra de la inversión privada, pero podemos hablar con el empresario privado, hablar de Xtrata, que es un ejemplo con la Fundación Tintaya, cuyo convenio marco me encanta, porque es una empresa privada la que pone plata, los que administran son otros y los que opinan sobre las obras que se van a hacer es el pueblo. En esos términos podemos conversar. ¿Me estoy derechizando? No. Pero uno puede tomar buenos ejemplos del mundo, pero por favor no tomemos el ejemplo de Venezuela o de Bolivia.

 

- Pero tú no eres humalista…

Es cierto que en el caso de Ollanta Humala, Carlos Cuaresma es autor de la moción de orden por la cual se le da amnistía; y Carlos Cuaresma es culpable para que Antauro estuviera en la lista del FIM como candidato, pero cuando las cosas estaban bien. Pero ahora yo tengo un concepto bien claro: que los militares están preparados para otras cosas, para la defensa de la patria, pero no para la política, y deben dejar que los políticos velen por la defensa del estado de derecho, la constitución y las normas. Yo no estoy desmarcándome de Ollanta Humala; por el contrario, lo invito a la reflexión.

 

- ¿Podrías mencionar a algunos jóvenes líderes en Cusco, con nueva visiones o posiciones?

Veo a un Rolando Salas, que ha retomado la conducción de Acción Popular; veo a un Clodomiro Caparó, que está del otro lado; veo a un Wily Kusmar, combinando sus ideas empresariales y aprendiendo en la cancha; veo, en la otra acera, a Jorge Acurio, un arquitecto que siendo un nacionalista está trabajando medianamente, veo un Aguirre en el distrito de Santiago tratando de hacer algo. Sí, veo algunas posibilidades...

 

- ¿Mujeres? No has mencionado ninguna...

Estás tú como profesional, y no sé cuando te decidirás de una vez por la política. Está Areli Aráoz, a quien le rindo homenaje, por la labor que ha hecho en Codeni, y cuando alguna vez fue regidora, no lo hizo mal, y a pesar de las diferencias ideológicas me ha ayudado a entender cómo es que hay que luchar por nuestros hijos y nuestras hijas.

 

- No me mencionas a jóvenes...

No me atrevo. Quizás pueda sorprender, pero mencionaría a Cristian Quispe Montañez, que lo he visto batallando como presidente de la FUC, y ya ha terminado su gestión. Es un nuevo político que ojalá no desmaye y le den espacio, porque me hace recordar a mí cuando, en mis años mozos, cuando llegué de Abancay.

 

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