
¿Qué significa la salida de la Alcaldesa? En primer lugar, un fracaso de género, pues con toda seguridad, por mucho tiempo, no habrá esta oportunidad para la mujer cuzqueña. En segundo lugar, el posicionamiento de UPP en el manejo municipal. Recuerden que la Alcaldesa es invitada de otro movimiento político y, tercero, una recomposición de la organización; de manera tal que el municipio está como al inicio de una gestión con dos años de pérdida de tiempo.
Si en verdad es producto de la acción de fiscalización de los regidores, que en un momento fueron sus camaradas de campaña, surgen algunas preguntas: ¿cómo es que eran un buen equipo en la conformación de la lista y a la hora de los pactos políticos?, ¿qué propuestas los juntaron, que hoy esa unidad es un desastre como oficialismo?, ¿los partidos que llegaron en minoría van a hacer papel de oposición?, ¿continuarán en esa acción?, ¿y los que eran oficialistas respaldarán al nuevo Alcalde o pedirán cotas de poder para respaldarlo?, ¿cuáles serán éstas?
Mientras tanto, no se han renovado los directorios de las empresas municipales dentro del periodo de un año para los cuales fueron nombrados. ¿Por qué? Comentar el comportamiento de la Alcaldesa es volver hacia atrás. Es mejor ver qué va a pasar después que ella deje el cargo, y creo que el horizonte no es muy prometedor.
Esta es una muestra más de lo malo que es el proceso de elecciones. El alcalde se elige por la máxima votación, que ni siquiera llega a la de mayoría relativa. Muchos alcaldes y presidentes regionales son elegidos con solo 19%. Si suponemos una segunda vuelta para alcanzar el 50% ¿serían alcaldes los que son actualmente?, incluso creo que el propio presidente regional hubiera sido otro.
Es urgente modificar la ley de elecciones regionales y municipales. Es importante contar con el requisito de la segunda vuelta cuando no hay mayoría, para eliminar a los aventureros, oportunistas y audaces. Esa es la enseñanza de la moraleja.