Entrevista a Liesel Stahr Samanez
Paisajista

Redacción de Valicha

 

flores-nativas1“ El turismo es un excelente recurso para poner en valor nuestra flora nativa. Qué mejor forma de resaltar el entorno de los hoteles y albergues que con la flora nativa, y al mismo tiempo se da la oportunidad de difundir su conocimiento. ”

 

- ¿Qué es una especie nativa?

Es una planta oriunda de un lugar la cual se ha adaptado en un proceso de miles de años, desarrollando recursos para resistir las características del clima, suelo, humedad, plagas, etcétera. Así, en nuestras punas, por encima de los 3500 metros, crecen y se desarrollan bien, resistiendo fríos nocturnos bajo cero, condiciones muy pobres de suelo e insolación muy fuerte durante el día, especies de árboles como la queuña, el quisuar y el colle.

 

Cantuta, Cantua buxifolia

- ¿Cuál es su valor en la cultura, la sociedad y la economía?

Estas especies nativas nos proporcionan una variedad de productos muy grande, como su madera para estructuras o algunas más suaves para leña, sus frutos, algunos comestibles, otros que sirven para colorantes. Muchas veces forman pantallas contra los fuertes vientos protegiendo las viviendas. Otro de los grandes valores de las especies nativas, especialmente de los árboles, es que protegen al suelo de la erosión, ya que con sus raíces impiden que el suelo se vaya lavando con las lluvias y se formen tremendas grietas. Algunas especies, como el aliso en la sierra, son de crecimiento muy rápido, por lo que sirven de protección a especies de crecimiento más lento.

Otra ventaja de las especies nativas es que sirven de hábitat perfecto para las especies de fauna silvestre de la zona. Además, al identificarse con el lugar, producen orgullo a sus habitantes y refuerzan las raíces de la identidad.

 

Podocarpus glomeratus, Intimpa

-¿Qué especies nativas existen en el Cusco?

El Cusco, al tener tantos hábitats o pisos ecológicos, tiene una gran variedad de plantas nativas, muchas de ellas flores ornamentales muy hermosas como la cantuta, las fucsias, las orquídeas sin fin, las begonias, el phanti, flores de bulbos como el Hipeastrum sp., el Stenomesson variegatum, etcétera. La cantuta ha sido elegida como la especie más representativa como flor nacional del Perú. Árboles, como el pisonay, Erithrina falcata, son símbolos infaltables en las plazas de los pueblos, dando un ambiente acogedor a los visitantes y lugareños.

Otras dos especies muy ornamentales de arbustos floridos que crecen entre los 2000 y los 3500 metros de altitud son el Oreocallis grandiflora o chacpa y la rosa andina o Bejaria aestuans, que se pueden admirar en el Santuario de Machu Picchu.

La queuña, Polylepis sp., es tal vez el género más importante desde el punto de vista de su utilización en la forestación, en alturas de hasta los 4500 metros, y por la belleza de su silueta retorcida, además de su corteza rojiza y amarillenta brillante, que se descascara en láminas como de seda para mantener el calor.

Tenemos también dos especies de coníferas nativas: la intimpa, Podocarpus glomeratus, de las alturas por encima de los 3.000 metros, y el ulcumano, Podocarpus rospigliosi, de la ceja de selva. Ambos se pueden apreciar en el santuario de Machu Picchu. Además de ser hermosas, tienen gran utilidad por sus buenas maderas.

 

- ¿Qué especies están en posible extinción?

La queuña, debido a su crecimiento sumamente lento, está en peligro de extinción, ya que los habitantes de las alturas que necesitan leña la utilizan sin reforestar. Sin embargo, la buena noticia es que está cambiando la tendencia de reforestar tan sólo con eucalipto, como se viene haciendo desde hace décadas, y ya se empezaron a reconocer las ventajas de utilizar nuestras especies nativas para reforestar los valles interandinos y las punas.

Otro género de nativas muy importantes que despiertan la codicia de coleccionistas y comerciantes son las orquídeas. Muchas comunidades se dejan engañar por los pocos soles inmediatos que pueden ganar, sin considerar que conservando y protegiendo los bosques con orquídeas pueden tener ingresos a largo plazo con el turismo cada vez más interesado en su observación.

 

-¿Qué se debería hacer para difundir el uso?

Desgraciadamente, nos hemos acostumbrado a plantar y admirar más las especies exóticas que las nativas por pura costumbre y falta de familiaridad con nuestra flora. Tenemos el privilegio de tener una de las zonas más ricas en variedad de especies en la vertiente oriental de los Andes; es decir, la selva alta, donde está situado el Santuario de Machu Picchu, por ejemplo. Sin embargo, solo recientemente estamos empezando a valorar nuestras especies oriundas de orquídeas, árboles como la intimpa, el aliso, los pisonayes, la rosa andina, la chacpa, el floripondio blanco y rojo, etcétera, más que las rosas, claveles, hortensias y coníferas de otras latitudes. El sistema más eficaz para difundir el conocimiento y uso de nuestras especies es empezar por las escuelas, en los textos escolares, para que los niños aprendan a identificarlas en sus entornos, conocer sus características, para que más tarde las protejan y utilicen.

 

Bejaria aestuans, Rosa andina

"Muchas comunidades se dejan engañar por los pocos soles inmediatos que pueden ganar, sin considerar que conservando y protegiendo los bosques con orquídeas pueden tener ingresos a largo plazo pues el turismo está cada vez más interesado en su observación.

- ¿Se está usando mal alguna especie nativa?

El mal uso que se le puede dar al término “especie nativa” es el hecho de querer forzarlo como política en todas partes. Ningún extremo es bueno, y si bien en áreas protegidas y santuarios de extraordinaria riqueza y variedad de especies no conviene introducir especies exóticas, tampoco se deben excluir especies que no son del lugar pero que, sin embargo, tienen uso ornamental y utilitario en los jardines.

 

Por otro lado, tenemos especies exóticas que se han adaptado de tal manera a nuestro medio que frecuentemente se las confunde como nativas. Tal es el caso de la retama, Spartium junceum, de flores amarillas, que crece en las orillas del río Urubamba y también en la sierra. Otras exóticas comunes en territorios silvestres, incluido el Santuario de Machu Picchu, son la trepadora Cobaea scandens, de flores en forma de campanilla color lila, y la “mariposa”, Hedycchium sp., de flores blancas muy fragantes y que crece en las orillas de los ríos de la ceja de selva. Estas especies se han vuelto invasoras, impidiendo el crecimiento y propagación de especies nativas, y desde ese momento, se vuelven amenazantes para nuestra flora nativa, por lo que es necesario erradicarlas masivamente.

 

- ¿Tendrían el turismo, la hotelería y la empresa privada algún rol en la conservación y difusión de las especies nativas?

Brugmansia arborea, Floripondio

El turismo es un excelente recurso para poner en valor nuestra flora nativa. Qué mejor forma de resaltar el entorno de los hoteles y albergues que con la flora nativa, y al mismo tiempo se da la oportunidad de difundir su conocimiento. Por ejemplo, cuando existe un bosque cercano a una comunidad que es especialmente rico en variedad de especies, esta puede obtener buenos medios económicos si se organiza, protege el bosque, capacita a guías de turismo para llevar turistas. Si, por el contrario, adoptan el camino más fácil y de corto plazo, que es la depredación y extracción de las especies valiosas para obtener ganancias rápidamente, muy pronto habrán matado a la gallina de los huevos de oro. Actualmente se están realizando talleres de turismo rural para poner énfasis en estas posibilidades y capacitar a los lugareños sobre los grandes beneficios de proteger y conocer la flora de sus alrededores con fines turísticos.

 

- ¿Qué rol le corresponde al Estado y a sus instituciones –región, municipios, universidades, Ministerio de Agricultura– frente al cuidado y reproducción de especies nativas?

El Estado y sus diferentes instituciones son los encargados de proteger y difundir el conocimiento de nuestras especies. Existe un gran potencial turístico que se puede explotar tan solo con educación y capacitación.

Las universidades son las encargadas de la investigación de los potenciales de las diferentes especies para la reforestación y uso ornamental, así como de la difusión de las especies nativas. El Ministerio de Agricultura, a través de sus viveros agroforestales, viene propagando especies nativas para la reforestación y utilización en pueblos y ciudades.

Los alcaldes del Cusco tienen la gran oportunidad de utilizar estas especies en los parques de la ciudad para resaltar su belleza, protegiéndolas y plantándolas en las calles y avenidas, como ya lo vienen haciendo.

 

- ¿Qué debería hacer la sociedad civil frente a la extinción o mal uso de las especies nativas?

Oreocallis grandiflora, Chacpa

La sociedad civil asume la vigilancia de que las autoridades respeten y cumplan con los cometidos de las comunidades. Fue el caso específico de un alcalde del Cusco hace ya varios años, que emprendió una guerra de erradicación contra los hermosos y antiguos árboles de queuña de la Plaza de Armas. En vista de la oposición ciudadana, se le ocurrió la nefasta idea de tumbar los árboles durante la noche para no tener resistencia. Sin embargo, y gracias a Dios, gracias a la vigilancia ciudadana, se lograron salvar varios árboles que aún recuerdan esta historia triste frente a la Iglesia de la Compañía en la Plaza de Armas del Cusco.

Así, cada comunidad debe proteger su flora contra las ambiciones y codicias de los coleccionistas y traficantes, que estimulan el mercado negro de especies en extinción y la confusión de autoridades que quieren actuar sin el consenso de la ciudadanía.

Por último, tenemos que ser conscientes de que tenemos el privilegio de vivir en un país de extraordinaria riqueza florística, con mil potenciales en todos los campos, especialmente en el turismo, y sentirnos orgullosos y felices de tenerlo al alcance, para poder gozarlo nosotros y protegerlo para nuestros hijos y nietos.

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