Todos sabenos cuando empieza una obra...pero nadie cuando terminará ésta.

Así luce la Plazoleta de San Blás en pleno Domingo de Ramos, día que es el inicio de la Semana Santa en el Cusco; es decir, cuando comienza una de las más populares fiestas de la población, que además es un gran atractivo para el turismo. ¿Por qué? Porque al Alcalde del Cusco, Víctor Boluarte, se le ocurrió "atender los pedidos de los sambleños" planteados desde el 2009 mediante recurrentes solicitudes, a fin de evitar que los vecinos y/o los turistas  resbalaran en la histórica Cuesta de San Blás. Nadie pone en duda que esta obra sea necesaria, señor Alcalde, pero todo tiene su momento, y usted ha elegido el peor. Sí, porque en estos días los cusqueños están tratando con sumo esfuerzo de reactivar su traumatizada economía, después del desastre de los dos primeros años del COVID. ¿Por qué no se hicieron estas obras cuando las calles de la ciudad estaban prácticamente vacías y no había turistas que circularan, ni la gente trajinara atareada debido a su gana de recuperar el tiempo perdido, ni los escolares regresaran por fin a "clases presenciales"? Pero ni usted ni su Gerencia de Obras movieron un solo dedo, y menos accedió a reunirse con quienes le solicitaron en diversas oportunidades conversar y consensuar en puntos clave para la realización de dichas obras. ¡Y lo hacen cuando se está comenzando el proceso de recuperación, afectando el circuito turístico más importante de la ciudad del Cusco! ¿A esto se le puede llamar buena gestión? A estas líneas acompañamos algunas imágenes de la "eficacia" con que se ha iniciado esta obra, así como los pronunciamientos de protesta que se han hecho al respecto.